Una Colorada(vale más que cien Descoloridas)

Frustración

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Quien piense que por ser importante está en la posibilidad de satisfacer sus necesidades o deseos es muy infantil o cuando menos ingenuo. Conocí a un padre de familia con doble nacionalidad (mexicoamericana) cuando esto no estaba permitido, que en su audacia pasaba la mitad de año trabajando como verdadero burro, ganaba dólares y luego con ese patrimonio y un carro tipo lancha[1] venía a ser una especie de líder local –sus amigos eran fotógrafos de la villa, carniceros, dueños de ranchitos pulqueros- lo cual incluía cada vez un nuevo negocio: un restaurante, una empresa para el alquiler de sinfonolas, una tapicería como en los años 50 no existía en este país, pero el final siempre fue el fracaso. ¿Por qué si este aspiracionista de mente muy por encima de su común denominador, nunca tuvo éxito en México? En nuestro vecino del norte él era una persona muy valorada. Sus clientes le calificaban con 10 ¿Qué variaba aquí con todo y poner su trabajo y el capital ahorrado para no lograrlo? Quizás el problema era de carencias académicas –solo tenía el 4º de primaria o lo que se entendía en su infancia como primaria elemental-. Tal vez el desconocimiento absoluto de cómo funcionan en este maravilloso país los procesos administrativos o quizá, como suele ocurrir, algún aspecto emocional lo atoraba.

Esto por supuesto fue siempre el antecedente de su frustración que se manifestaba con rabia, ira, malestar, ansiedad y desesperación, como ocurre con gran parte de los pobladores de un estado o una nación. Al final del día tal cual suelen hacer algunos buenos comerciantes del México lindo y querido, les dan la vuelta a los sentimientos negativos renegando contra el gobierno, los ricos, los abusivos -casi siempre son los que superaron el fracaso- e incluso a los “gorrones” esos a los que se les tendió la mano y abusaron. A nivel comunitario, ¿se puede incluir entre tales gorrones, a los inspectores que exigen altas cuotas por usar una banqueta o un piso de la estación de metro? tales inspectores en activo o en suspenso, ¿podrían ser considerados miembros de una pandilla o del crimen organizado?, ¿con solo saber sumar y restar es suficiente para emprender un negocio lícito y/o formal?

Entre aquellos emprendedores rudimentarios de los 40 o los 50 y los de hoy muchas otras cosas han cambiado. Las leyes se preocupan por la igualdad entre hombres y mujeres –así que esperar que la pareja varón se constituya en proveedor es algo anticuado y violador de los derechos femeninos-  cada cual es dueño de su cuerpo –lo mismo para cambiarlo de género o con exceso de cirugías reconstructivas para aumentar algunos “atributos”- mi libertad me da la opción de tener hijos sin la formalidad “anticuada” del matrimonio o no tenerlos, por ello puedo abortar de manera segura. ¿Es una mal entendida libertad, alguna de las causas del aumento de violaciones?, ¿en qué momento las mujeres empezamos a tener toda la carga de la manutención de los hijos?

Por supuesto que las víctimas de fiascos no distinguen género, edad o nivel académico; mucho menos grados de poder político o financiero. La historia nos legó horripilantes escenas de emperadores, reyes y asesores muy influyentes, aunque también frustrados en grado máximo ¿Por eso se suicidó Hitler? Es necesario acudir con un experto en conducta humana, para definir la frustración[2] y sus resultados a veces inconscientes que dejan sin efecto o malogran algún intento de concretar algo? Quienes sufren de las consecuencias del fracaso, sobre todo si este es reiterado, buscan reunirse con sus pares –otros frustrados- a veces en largas sesiones de alcoholismo y en conversaciones muy pobres derivado de las limitaciones que la vida actual y la tecnología imponen al lenguaje. Debido las condiciones tecnológicas y las críticas a quien ha superado los estándares –por ser aspiracionista, de clase media o calificado en el extranjero- se ve constreñido a presentar tales logros en una sola página. Si intentas explicar que tus diplomados o master obtenido en el extranjero le han hecho más capaz, simplemente lo rechazan porque está sobre-calificado. Y es que si el reclutador es bajo de estatura y no ha resuelto sus complejos de “chaparro” jamás contratará a alguien alto. ¿Conoces presidentes que así formaron sus equipos de trabajo? Lo cierto es que cuando las taras emocionales llegan al grado de la frustración lo que se enfrenta es la tristeza, decepción y desilusión, que se minimiza con el cualquier señalamiento para descalificar al otro. ¿Qué tanto hay de frustración en quienes aceptan moches?, ¿haberlo hecho le da la posibilidad de criticar a quienes lo siguen haciendo?

A menos que se intente solucionar el origen de la frustración, para lograr calma, paz y serenidad, el afectado solo podrá cambiar su circunstancia si reorienta sus deseos, baja sus pretensiones o las pospone, sin que ello borre la decepción, enojo, desengaño y desesperanza, que su conducta insana ya produjo en la población que lidera.     

Lamentablemente si los acontecimientos de una población son constante y reiteradamente negativos –aumento de asesinatos, secuestros, robos, pérdida de poder adquisitivo, carencia de opciones para la salud o el trabajo-  la frustración continua puede sobrepasar los sentimientos individuales de fracaso, malogro, fiasco o chasco, produciendo estados conductuales que superan la irritabilidad para convertirse en furia e ira intensa que se potencia en grupos. ¿Sabe que su enojo constante altera su frecuencia cardíaca y el nivel de sus hormonas?, ¿merecen los malos dirigentes que su salud se vea afectada como resultado de sus erráticas, por decir lo menos, decisiones?, ¿le da seguridad una estadística que le ofrece niveles de aceptación alta?, ¿está seguro que las masas no se equivocan? Si recuerda a las personas que rechazaron a Jesús, y respondieron[3] a un gobernante inseguro acerca de lo que debía hacer con Él, puede deducir de este hecho varias lecciones. Quienes dieron la espalda a Cristo tenían un conocimiento erróneo de su misión, aun cuando les haya dado de comer o los hubiese sanado; ninguno, ni Pilatos mismo, estaban dispuestos a correr el riego de cumplir la ley; también las autoridades religiosas incumplieron las normas y para disminuir la frustración de la culpa apelaron a una consulta popular.


[1] Era largo de ocho cilindros y de tipo tan nuevo que el presidente López Mateos, realizó una gira en uno de sus convertibles.
[2] Por ejemplo, un niño que es hijo único puede sentirse frustrado si su mamá queda embarazada. … Cuando nace su hermano, la frustración se transforma en una conducta celosa y agresiva, que lo puede impulsar a matarlo.
[3] Evangelio de Mateo: 27:22