Charamuscas y Trompadas

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EL BALCÓN DEL PALACIO.-Si algo se le puede reconocer al COVID-19, es que es totalmente democrático y no discrimina a nadie, contagia a todos por igual hombres, mujeres, adultos mayores, niños, ángeles y demonios,  inteligentes e imbéciles. Al pobre y al rico.  

El asunto es afanarse en el cuidado que de tanto oírlo ya no se escucha. Por ejemplo, acá en al Palacio del Cerro de las Enredaderas de esta última variante ya se han contagiado al menos 11 diputados  en lo que va del año. 

Al menos son de los que se sabe; en total en según el médico de la Cámara de Diputados, Edgar González, van 34 en total y solo 4 en aislamiento. 

Si lo recuerda, en estos días de julio se están aplicando vacunas para menores de 5 a 11 años en algunas localidades y en otros dosis para rezagados, sin embargo, sigue pesando más la falta de estrategia,  para la aplicación de la vacuna, que la buena voluntad. 

En Guanajuato, se han tenido que comprar diluyentes y jeringas para ir avanzando, pero hay cosas que definitivamente  no pueden ocultarse; aunque se le hagan toda la lucha. 

Acá en el cerro de las Enredaderas, dónde las águilas y algunas serpientes de cascabel cola negra se atreven a salir de sus guaridas para pasearse en la explanada del Palacio,  hay diputados de casi en todos los partidos que tienen la falsa creencia, de que su palabra es ley. 

Es decir, su discurso, una postura o una simple declaración, mágicamente se convierten en el contexto de la realidad. O al menos están seguros, de que nadie notará los dislates que profieren porque los están diciendo con la mirada fija a la cámara y la voz directamente al micrófono.  

Todavía nos acordamos de la diputada Irma Leticia González Sánchez, ex priista y ahora morenista, cuando afirmó que las vacunas se enviaron con base a los registros que se hicieron, para vacunar a los menores, en otras palabras, los responsables son los padres. 

Luego, afirmó que la gente “se la ha pasado repartiendo culpas; la culpa no es de la federación, más bien yo diría que es culpa del estado, porque si bien la federación manda las vacunas, es el estado y los municipios los que lo coordinan”, ¿O sea, no le digo?  

IBARGÜENGOITIANAS.-Y si ya estaba el tepache regado, la acusación infundada y  casi la certeza de que las cosas no podrían ir peor,  –aunque eso no vale para nuestra política ni para nuestros políticos guanajuatenses, porque siempre habrá manera de aplicar la Ley de Murphy e ir más lejos.  

Al día siguiente de las declaraciones de la diputada, que por cierto hace unas semanas dejó de ser la presidenta de la mesa directiva,  negó haber dicho lo que dijo (valga la intencional redundancia).

En todo caso dejó entrever, que no es ella la de la culpa, sino de los malvados reporteros y medios de comunicación, que buscan los adjetivos escandalosos y socarrones,  necesarios para vender sus notas, ante ávidos  lectores, radioescuchas o televidentes.   ¡No faltaba más!.  

Y MIENTRAS TANTO EN LA ATENAS DE POR ACÁ.-El que anda en algo que parece una campaña es el alcalde de Guanajuato, Alejandro Navarro, que ahora dice es: Nabarrio. 

Le gusta picarle las costillas a sus opositores que de por sí son risueños y armar la polémica. 


Ahora lo que rifa son las NaBarritas, (como las galletas de piña Marinela) y el día que le dan la barrida a la ciudad son NaBarridas y ya sabe sus camisas playeras, etc todas alusivas al nuevo loock, que ya andan presumiendo en sus redes sociales.