El asesinato de Enrique Sosa, camarógrafo de TV 4 causa indignación, primero porque fue perpetrado contra un hombre generoso, que durante más de 30 años se ganó el cariño de los periodistas que conocieron su forma afable de tratar a las personas, pero además, porque un empresario leonés, que tal vez se siente protegido, lo embistió con su camioneta y volvió su vehículo para rematarlo 2 ocasiones más.
La forma en que murió el reportero es cruel, produce rabia ver la escena reproducida por las cámaras de vigilancia que operan en el estacionamiento donde Sosa prestaba sus servicios como “valet parking”; se observa que se acerca al conductor de una camioneta blanca, y éste lo embiste y lo remata dos veces más.
David Israel Hernández, nieto de la víctima, observó cómo el propietario de la empresa Botas Safari, en estado de ebriedad, para no pagar los 40 pesos como tarifa del estacionamiento, reaccionó en forma violenta y huyó. Hay otros testigos, además, las imágenes son claras, suficientes para responsabilizar al empresario.
Seguramente, los defensores del asesino alegarán que solo fue un homicidio imprudencial, un simple accidente, pero la cámara demuestra lo contrario, fue con todas las agravantes de la ley: alevosía, premeditación y ventaja. Por ello, el gremio periodístico exige que las autoridades detengan al responsable.
Los hechos ocurrieron el pasado martes por la noche, en el estacionamiento del restaurante “El Gaucho”, ubicado en la Calzada de los Héroes, en la ciudad de León, donde Enrique Sosa, ya jubilado como periodista, se ganaba unos pesos extras.
Para quienes tuvieron el gozo de trabajar junto con Enrique – como el que esto escribe – el cruel asesinato trae mucha tristeza por las anécdotas siempre alegres, solidarias compartidas con el amigo “Chilango”; pero también provoca rabia la lentitud de las autoridades.
PD .- Otro aspecto de la impunidad es el hecho de que el Código Penal de Guanajuato no contempla la privación de la libertad para quienes habiendo ingerido bebidas alcohólicas conduzcan un vehículo y provoquen lesiones o la muerte de sus víctimas; en otras partes de nuestro país, la ley es más estricta, aquí no. Es la oportunidad para que el gobernador y los diputados del Congreso Local – en su mayoría, militantes del PAN – promuevan modificaciones legales.
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Por otra parte, se agradece a Gerardo García su colaboración fotográfica.
