Desde el Faro

La Música, hechizo para toda la vida

Compartir

La música es un manto capaz de cobijar aún las causas más desvalidas, también es una vocación contra viento y marea, un instrumento para disfrutar y enfrentarse al destino; es la herramienta para educar a hombres y mujeres trabajadores que saben ganarse la vida; tocar un instrumento proporciona esta seguridad , porque un músico no se muere de hambre. Estas reflexiones surgen al asomarse un poco a las experiencias de Benigno Rangel González, mariachi de varias décadas.

Agosto 18 2015 Guanajuato Benigno Rangel, el mariachi, todo un personaje de la ciudad capital.

En pleno festejo del “Día del Músico”- 22 de noviembre- , en la figura de este personaje tan guanajuatense, reconocemos a esos individuos que dan lecciones de perseverancia porque obtienen el sustento diario al seguir el dictado de una vocación. El nació en el Mineral de La Fragua, en plena Sierra de Guanajuato, sus padres fueron: Esiquio Rangel Rosales y Hermelinda González Saldaña, pero su verdadero ingreso a la vida fue durante los festejos de Santa Rosa de Lima, un 30 de agosto de 1953, cuando el Mariachi Santa Rosa se presentó y fue el atractivo principal del festejo.

Benigno tenía apenas 7 años, pero ya rasgaba la guitarra gracias a las lecciones de música que le dio su tío, Gregorio González Saldaña, gracias a él, la música lo sedujo; a partir de entonces comprendió que el arte sería su amante para siempre.

Esa tarde de agosto del 53 supo que sentir el afecto del público es algo adictivo, que el artista, bueno o malo, siempre, siempre, ambiciona los aplausos, y para ello, pese a todas las adversidades, persiste en alcanzar las frases que a sus oídos suenen dulces, satisfactorias para cumplir su misión de todos los días: ser feliz y hacer felices a los demás.

A los 7 años emprendió el camino que lo llevó, junto con el grupo musical, a interpretar lo mejor de la canción ranchera al lado de: Lola Beltrán, Lucha Villa, Flor Silvestre, Amalia Mendoza “La Tariácuri”, Queta Jiménez “La Prieta Linda”, Paquita la del Barrio, y Aída Cuevas, entre otras cantantes.

A Vicente Fernández, lo acompañó en diversos escenarios del país, también a: Toño Aguilar, Pedro Infante jr, Ignacio López Tarso, David Reynoso, Pedro Vargas, Humberto Cravioto, Jorge Muñiz, y Valente Pastor. Igualmente, haber actuado junto con los compositores Cuco Sánchez, Armando Manzanero y el inolvidable Juan Gabriel, es un orgullo.

Para Benigno Rangel , la historia del Mariachi Santa Rosa ha estado llena de éxitos; los momentos culminantes han sido las diversas actuaciones dentro del Festival Internacional Cervantino, en especial, una producción dirigida por Juan Ibáñez, en La Alhóndiga de Granaditas, hace más de 10 años, cuando el director de teatro y cine le pidió que tocara con su trompeta una melodía sensual frente a una vedette que movía su cuerpo en forma voluptuosa; “fue impactante la escena ante más de 5 mil personas que llenaron la explanada del histórico edificio”.

También las interpretaciones junto al primer actor Ignacio López Tarso, con los corridos de la Revolución Mexicana; y por supuesto, haber acompañado a Vicente Fernández, Lola Beltrán, Lucha Villa, Pedro Vargas, Armando Manzanero y Juan Gabriel, son momentos inolvidables para el músico guanajuatense.

Pero, no tan solo hay recuerdos, también hay futuro porque el camino no ha concluido, y ahora espera seguir recorriendo las plazas de Guanajuato y los escenarios de otras partes del país.