Desde el Faro

La OSUG, el mar y las mujeres

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Las sensaciones que produce el mar, y los derechos de las mujeres fueron entrelazados el viernes anterior cuando la Orquesta Sinfónica de la Universidad de Guanajuato presentó el tercer programa de la temporada 2023; en el Teatro Principal, la joven violinista Elizabeth Martínez Ramírez, habló del respaldo de la orquesta universitaria al “desarrollo íntegro de la mujer” y “ a la lucha emprendida por nosotras”; después, se interpretó un programa que evoca al “gigante salado”.

Elizabeth mencionó la solidaridad de los músicos a “la lucha de las mujeres por obtener un papel más activo en la sociedad”, también aseguró: “la OSUG alzará siempre su voz para defender nuestros derechos”. El mensaje entusiasmó a quienes llenaron totalmente el teatro.

Así, el ambiente estaba listo para disfrutar obras importantes de Claude Debussy, Richard Wagner y Benjamin Britten. Tal vez, los 3 bocetos sinfónicos del primero, titulados como “El Mar”, hayan sido la parte más aplaudida, y es que el oyente casi huele, siente, ve la imagen más cercana a todo lo que en la vida soñamos o tememos como infinito. El primer movimiento, llamado “Del Amanecer al Mediodía en el Mar””, comienza lento, pero al final, las trompetas, cornos y trombones parecen saludar al sol con verdadera alegría.

En el segundo movimiento, “Juego de las Olas”, se palpa total libertad con el vaivén de las aguas que van de un lado para otro, tranquilamente; pero el tercero, “Diálogo del Viento y el Mar” es violento, con un clima de tempestad, que hace recordar “La Gran Ola”, un grabado del artista japonés Hakusai, donde se observa una gigantesca ola y unas frágiles canoas que simbolizan la lucha del ser humano por sortear el peligro.

El concierto también incluyó la obertura “El Holandés Errante”, de Richard Wagner, y “Cuatro Interludios Marinos”, de Benjamín Britten.

DESIGUALDAD

En el programa de la OSUG interpretado el viernes anterior, de un total de 95 músicos, solo 18 eran mujeres, de ellas, 8 en su carácter de “invitadas”, es decir únicamente 10 tienen puesto asegurado en la orquesta; aún más: de las 15 secciones, nada más, Katherine Snelling – en los fagotes -, y Claire Hellweg – en los cornos – , son principales. Otro dato: en toda la historia de la orquesta universitaria no se recuerda la participación de las mujeres en las trompetas, trombones, tuba y percusiones. Esto es una pequeña muestra de la desigualdad que impera en todas las clases sociales.