Guanajuato, Gto.- Hace 40 años se puso en operaciones la batería de pozos de Puentecillas misma que, al día de hoy, continúa garantizando a los guanajuatenses el abasto permanente de agua de cara a los tiempos de poca lluvia, gracias a la constante inversión del Sistema Municipal de Agua Potable y Alcantarillado de Guanajuato (SIMAPAG), para su mantenimiento y funcionalidad.
En el mes de marzo de 1983 dicha batería comenzó a operar con nueve pozos, un proyecto que nació debido a la fuerte crisis hídrica que enfrentaron los guanajuatenses durante esos años. La ciudad dependía totalmente de las presas que en ese momento estaban casi secas.
Para el efecto se instalaron 2 mil 400 tramos de tubería que se utilizarían en las líneas de conducción a lo largo de 28.7 kilómetros. Además, se construyó el cárcamo de rebombeo en Yerbabuena, un depósito de concreto con capacidad de mil 300 m3. Todo esto se logró con una inversión de $950 millones de pesos.
En el año 2015, se puso en operación una nueva línea de conducción de 30 kilómetros, para llevar agua de los pozos desde el cárcamo de Yerbabuena hasta los filtros en Valenciana, lo que ha permitido mantener el suministro de agua.
Actualmente la batería opera con 21 pozos, que son utilizados para llevar el agua a los hogares de la zona sur de la capital del estado, donde radica cerca del 60 por ciento de la población. Mejor aún, ante las escasas precipitaciones de lluvia que mantienen bajos los niveles de los tres vasos captadores (presas de Mata, de la Soledad y de la Esperanza), los pozos están operando al 100 por ciento las 24 horas del día, para no dejar sin servicio a aproximadamente 200 mil guanajuatenses, más la población flotante.
Con el apoyo del presidente municipal Alejandro Navarro, se está gestionando la perforación de nuevos pozos en 15 puntos posibles, que ayudarán a reforzar la dotación de agua tanto en la zona urbana, como en las comunidades que forman parte de la infraestructura que atiende el SIMAPAG.