El espacio de Escipion

De Taylor Swift a Carlos Slim pasando por las elecciones de México

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+ Morena CDMX no entendió que no entendió

+ Encuestas y predicciones antes del 1 de marzo

¿Qué tienen en común la cantante estadounidense Taylor Swift y el magnate mexicano Carlos Slim Helú? ¿Por qué en el ambiente político ambos nombres despiertan no sólo atención, sino inquietud y nerviosismo?

En un año político, en que los ciclos presidenciales de México y los Estados Unidos coinciden, ambas personalidades públicas y mundialmente conocidas son factores que podrían incidir de alguna u otra forma en la agenda electoral y el ánimo de la sociedad que está pendiente de lo que pasa con los partidos y sus candidatos presidenciales.

La cantante Taylor Swift se ha convertido de influencer de las redes sociodigitales a una influencia político-electoral que podría ser determinante en la confianza con la democracia de los Estados Unidos. Es decir, sus más de 300 millones de seguidores, podría ser un factor de estabilidad social y política, de gobernabilidad e incluso de unidad e integridad del país más poderoso del mundo.

Si las semanas pasadas en la republicana Fox News se le dio gran revuelo a las declaraciones de Vladimir Putin contra el presidente demócrata Joe Biden, en estos días la atención ha estado pendiente de qué dirá Taylor Swift sobre sus banderas progresistas en defensa de la comunidad LGBTQ+, el aborto, el feminismo y contra la conservadora “América profunda”, esa que cada vez está más enferma de xenofobia, racismo y clasismo a favor de Donald Trump. A ella no le hace falta convocar a la intervención del guerra Rusia contra Ucrania para incidir en el electorado.

Una encuesta de  Redfield & Wilton Strategies citada por las revistas Expansión y Newsweek, sobre la influencia de Taylor Swift y su “movimiento swiftie” apunta que un 18 por ciento de los potenciales votantes estadounidenses “estarían inclinados o muy inclinados a votar por un candidato al que apoye Taylor Swift, mientras que un 17 por ciento no votaría por el aspirante al que soporte la cantante”. La disputa por los nuevos votantes y los votos jóvenes tienen en la cantante un arma propagandística apetitosa.

Slim, en México, no necesita redes sociales, ni voceros, ni porristas, ni equipos de propaganda para influir, incidir, decidir y hasta inclinar la balanza en las disputas políticas. No requiere pedirle permiso ni siquiera sentirse amedrentado por un político, por más poderoso que éste sea, para fijar su posición en un comunicado, una rueda de prensa como la de ayer, porque sus palabras van directas y precisas, razonadas en función del timing político y la estabilidad financiera. Pero también su silencio cala mucho y a veces hasta es más fuerte que cualquier palabra.

En su momento, allá por el 2006, confió una fuente cercana y quien pidió reservar su nombre, sí estuvo tentado a incursionar la política por la influencia de Alfonso Romo y Dante Delgado que le ofrecieron la entonces Convergencia Democrática (hoy, MC), pero declinó. Tampoco es un secreto que ha operado una oficina especial en la Zona Rosa de la CDMX para atención de candidatos de todos los partidos que pasan a pedirle apoyo y bendición.

El empresario Carlos Slim representa el mayor problema de México (tal cual: un problema, no un respiro o un plus) por la acumulación de capital que posee. Según Forbes, serían 71 mil 100 millones de dólares, colocándolo en el segundo lugar del ranking mundial después de Bill Gates. Para el reciente estudio de Oxfam, encabezado por Gerardo Esquivel (y quien podría liderar el equipo económico de Claudia Sheinbaum), la fortuna de Slim, sumada a las de otros tres magnates, de mucho menor tamaño financiero,  Germán Larrea, Alberto Bailleres y Ricardo Salinas Pliego, equivale nada más y nada menos que alrededor del 9 por ciento del Producto Interno Bruto nacional de México y es más grande que los de 130 países.

¿Cómo es posible que esta acumulación de capital sea tan insultante, y más en un gobierno que presume ser progresista y de izquierda?

En el reporte “El monopolio de la desigualdad” nos dan las palabras clave: “a pesar de la reducción de la pobreza observada en años recientes, la brecha de desigualdad se sigue agravando, producto de un sistema legal y tributario que favorece la concentración desproporcionada de recursos en los más ricos”. Es decir: la política fiscal, tan neoliberal, tan pro capitalista, tan injusta, tan desequilibrada, tan desigual, sigue operando bajo la misma lógica y parámetros socioproductivos que se aplican desde 1984 con Miguel de la Madrid hasta Andrés Manuel López Obrador, quien, por cierto la semana pasada confirmó que nunca quiso realizar una reforma fiscal integral .

Como lo hemos reiterado en otras ocasiones: Carlos Slim es un asunto de seguridad nacional, es una preocupación central en la estabilidad económica, la confianza en el país tanto en los negocios como en la política, la democracia y el aval a quienes aspiran a cargos de elección popular.

Habló en esta ocasión porque faltan dos semanas para iniciar formalmente las campañas presidenciales y los señalamientos de que su empresa constructora fue corresponsable de la desgracia de la caída de la Línea 12 del Metro y que costara la vida de al menos 27 y personas y más 80 personas heridas. La marcha para el 3 de mayo, en el corazón de las campañas presidenciales, comienza a calentarse en las redes. Pero más que eso, no le gustó la forma en que lo señalan de haberse beneficiado de contratos en la actual administración y de cómo lo trataron en el estudio de Oxfam, y de quien podría encabezar el equipo económico del gobierno de Claudia Sheinbaum, al señalarlo de incrementar su fortuna en 58 por ciento “mientras que 23 millones de mexicanos siguen batallando día a día para completar para la canasta básica”, como refiere Gerardo Esquivel.

Y más aún, por supuesto fija su postura sobre el paquetazo de reformas, las que apoyaría y las que pide revisar a profundidad y no en fast track; mandar sus propias propuestas para los temas que el “primer piso” de la 4T no cumplió: reforma a horarios laborales, reforma fiscal, reforma al régimen de pensiones. ¿Leyeron el mensaje Xóchitl y Claudia?

Antes de escribir el presente artículo, estaba dirigido sólo a hablar sobre el fenómeno sociomediático y político que representaba Taylor Swift y la posibilidad de que en México surgiera una versión mexicana y, en eso, apareció Carlos Slim y su amplia influencia en muchos ciudadanos. No son lo mismo, ni origen, ni métodos, ni estilos, pero influirán sin duda en la forma en que se desarrollen los escenarios político electorales del 2024 en ambos países.

+ Morena CDMX no entendió que no entendió… Y contra lo que dejó la lección del 2021 de que sólo los acuerdos cupulares llevaban a la derrota, Sebastián Ramírez, dejó fuera a todos los brugadistas para las alcaldías. Para la alianza m&m (Marcelo y Monreal) les entrega las alcaldías Cuauhtémoc, Álvaro Obregón, Cuajimalpa, Azcapotzalco y Coyoacán; a Bejarano le entrega Iztapalapa; a los claudistas Tláhuac, Tlalpan, Benito Juárez y Miguel Hidalgo; al ex PRD Venustiano Carranza, al ex PT Iztacalco… y donde están las cosas en incertidumbre Xochimilco, Milpa Alta y Gustavo A. Madero. En cuestión de horas se destapan los palomeos para las diputaciones locales y federales. Morena se quedará con el 53.3%, el PT con 20% y el PVEM con el 26.67%. ¿Buena negociación? Para nada, el PT no tiene más del 3% de los votos y el Verde apenas llega al 6%. Así, pasándose por alto a las bases de Morena, la dirigencia le regala sobrerrepresentación a sus partidos rémoras a costa de votos de castigo. Cuidado.

+ Encuestas y predicciones antes del 1 de marzo…  Hablando de estrategas. Mi apreciación personal y por información de encuestas que no han sido publicadas, Claudia Sheinbaum habría llegado a su techo de preferencias: 45-50% y no ha crecido más desde hace meses. El caso de Xóchitl Gálvez se mueve más por el sentimiento antiAMLO que por convicción y estaría recogiendo el apoyo de “heridos y muertos en el camino de la 4T” teniendo entre el 30-35% a pesar de sus graves errores. Así es como llegarían a las campañas que formalmente inician en dos semanas y media. La tendencia de las conversaciones sociodigitales han sido la peor derrota para los operadores de la comunicación digital de Palacio y también para el equipo de Claudia: no saben contener el daño ni revertirlo. Eso, aunque lo nieguen, sí está penetrando en el consciente colectivo. Está ya en la conversación callejera y sí les podría hacer daño si no hay gabinete de crisis.

Contacto: feleon_2000@yahoo.com