El espacio de Escipion

El forcejo entre Claudia y Clara; no es una metáfora

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+ Los 100 puntos de Clara

+ Acapulco: las tres pandemias

Nuestras verdades no deben ser dichas a los demás sino en lenguaje metafórico o parabólico, porque a la verdad desnuda no la comprende nadie o la entienden mal y se volverá contra nosotros.

Ramón Carrillo

La escena de un video político circuló intensamente en las redes sociodigitales y motivó comentarios, suposiciones y conjeturas de todo tipo: se trataba del aparente forcejeo entre Claudia Sheinbaum y Clara Brugada en pleno arranque de Campaña Electoral, el 1 de marzo en pleno Zócalo que, como era de esperarse, fue el tema de explotación opositora al máximo para ampliar la rumorología que habla de distanciamiento entre las dos principales candidatas de Morena, la que va por la presidencia de la República y la que busca la jefatura de Gobierno; nada más y nada menos que los dos cargos de elección de mayor peso e impacto para el país y que definen el nivel de continuidad de la 4T.

Como suele ocurrir en este tipo de situaciones, y que ningún estratega por inexperto que éste sea iba a dejar pasar, se presentó como una oportunidad para explotarlo y manejarlo para sus fines: por ello, se exageró, se distorsionó y se dejó el paso libre a las interpretaciones de los movimiento, gestos y abrazos de las dos políticas morenistas. Sin embargo, más allá del manoseo propagandístico, parece que la escena se trata de una gran metáfora que nos abre muchos cuestionamientos: ¿Se trató más bien de un forcejeo político? ¿Existe el distanciamiento? ¿Es real? ¿O sólo creemos que es una invención de los adversarios?

Vayamos por partes; lo que ocurrió el pasado viernes 1°  de Marzo no fue el aparente juego de brazos entre Clara y Claudia, sino lo que ocurrió alrededor, con las interpretaciones de quienes son simpatizantes o militantes de Morena, desde que la alcaldesa de Iztapalapa se quedó con la candidatura a jefa de Gobierno, cuando muchos creían que era para Omar García Harfuch, de quien afirmaba eran la línea de Sheinbaum, aunque sin presentar nada firme.

Clara ganó por la fuerza, la rebeldía y la resistencia de grupos importantes del movimiento urbano popular y por liderazgos de los sectores académicos, culturales, periodísticos e intelectuales que manifestaron el rechazo a la eventual candidatura de García Harfuch.

El encuentro de Claudia Sheinbaum con la militancia de Morena CDMX del 9 de noviembre del año pasado marcó un antes y un después en la relación con Clara Brugada Molina y Claudia Sheinbaum, que hasta entonces era cordial, respetuosa y de aliadas, pues las utopías y la justicia social para Iztapalapa siempre tuvieron el apoyo del gobierno central. En el acto de la Arena México, fueron las bases sociales las que aclamaron a Clara sin la intervención de ningún operador político o “mano oscura” de esas que se inventan algunos columnistas.

Para nadie ha sido un secreto que varios actores sociales, políticos y económicos que estuvieron apoyando a Harfuch, ya se veían despachando en la jefatura de Gobierno y tomando el control de la administración pública, de las alcaldías y diputaciones. Empresas, medios privados, proveedores y líderes abusadillos se lamían los bigotes. Desde la dirigencia del partido Morena en la CDMX y varios de los funcionarios del gobierno de la CDMX, por voluntad, amenaza y por coacción, quisieron imponerse y no lo lograron; las bases se rebelaron y ganaron.

Lo que vino después ha sido evidente: la dirigencia nacional y estatal de Morena montaron trabas para que los brugadistas no fueran considerados o decirles que fueron derrotados en las “encuestas” y así irlos descartando de las candidaturas a alcaldes, diputados locales y federales. Muy pocos cuadros afines a Clara lograron saltar el cerco puesto por las dirigencias morenistas.

En nombre de Claudia Sheinbaum, las dirigencias nacional y estatal han atropellado a las bases morenista y simpatizantes, sin importar qué tan lejos pueden llevar los riesgos en una jornada electoral que apenas empieza. Si en varios estados del país las heridas provocadas por la falta de escrúpulos ya son un problema para el llamado “Plan C”, en la CDMX las señales de alerta están encendidas.

La burocracia encabezada por Sebastián Ramírez, además increíblemente habilitado como coordinador de la campaña de Clara Brugada, tienen secuestrada a la candidata: su equipo de comunicación y prensa ignoran lo que es hacer proselitismo y resonancia de las ideas y propuestas, simplemente no saben tratar a medios y periodistas; la coordinación territorial está débil y nadie ha dado cuenta de dónde están los responsables electorales seccionales; la coordinación política está ausente y nadie sabe en qué y para quién trabaja; y para colmo, la agenda de campaña se guarda como un secreto de Estado en lugar de compartirse con los operadores de grupos y colectivos. El resultado: un entrampado acto inaugural en el que el aplausómetro fue más para Harfuch que para Clara;  los candidatos a alcaldes Lourdes Paz, Miguel Torruco, Hanna de Lamadrid, Leticia Varela, Circe Camacho y Gabriela Osorio, no se vieron; y los candidatos brugadistas no fueron subidos al templete.

Lo más delicado es que el war room de Brugada no sólo está copado por los “viudos de Harfuch” sino por personajes que llevan y traen información del bando contrario, como es la filtración de una encuesta realizada por la candidata morenista y que ya está en manos del equipo de Taboada. No es casual que La Jornada apenas le haya dedicado media plana de interiores para hablar de su apertura de campaña, ni que varios de los columnistas que promovieron antes a Harfuch ahora sean quienes anticipen un declive y hasta una inverosímil caída en las encuestas.

Por ahora, los números de las encuestas más serias favorecen a Clara Brugada frente a Santiago Taboada entre los 12 y los 15 puntos de ventaja. Por ahora, pocos dudan que Clara retendrá la jefatura de la CDMX y convertir su liderazgo atractivo por el alto contenido social de sus cien propuestas de gobierno; “una revolución en las políticas públicas” con el sello de la izquierda social. Sin embargo, el panista ya tiene cubiertos masivamente los distritos en las alcaldías opositoras y ha avanzado con desertores de la 4T, perredistas y priistas los de la zona oriente de la capital para tapizar hasta los pisos y banquetas con su propaganda. Por ello, se duda si Morena y aliados tendrán el control del Congreso local y los diputados federales leales para pelear por los presupuestos local y federal que le permitan llevarlas a cabo y, peor aún, observadores prevén mismas o más derrotas en las alcaldías perdidas en 2021.  

Oscar Wilde decía que “las metáforas son tan monstruosas como orquídeas”. Y, la escena del 1 de marzo dejó de ser una conjetura sino una metáfora política. Eso digo yo, pero quizá esté equivocado y Clara Brugada tomará al toro por los cuernos, pondrá orden y contagie de entusiasmo, confianza y emoción en contacto directo con los bases sociales que la vitorearon aquel lejano 9 de noviembre de 2023.

+ Los 100 puntos de Clara … Gran documento el que presentó Clara Brugada que en efecto, representa un cambio en muchas de las acciones, programas y políticas públicas aplicadas en la CDMX desde 1997. Salvo tres asuntos primordiales se le fueron: 1) no habla de ninguna política fiscal para la Ciudad y su relación con la federación; 2) tampoco hay nada sobre la economía social y la promoción de cooperativas como alternativas par la formalidad y cohesión social; y 3) se olvidó de los medios de comunicación públicos en manos del gobierno capitalino que, por ahora, huelen a desperdicio de recursos y mensajes.

+ Acapulco: las tres pandemias … Muy pocos gobernantes les ha tocado sortear tres pandemias: la de la COVID-19, del huracán Otis y la pandemia narcopolítica. Eso pasó en Acapulco; la primera porque obligó a todos los sectores productivos a encerrarse, aguantar la veda económica y movilidad social. El sector turístico fue el más lastimado en todo el mundo y Acapulco no fue la excepción. Luego vino el huracán Otis, el fenómeno natural que devastó toda la infraestructura del puerto y de la que ahora aún no se recuera. Pero la pandemia del crimen y la política es la que más azota día con día al puerto y a la entidad, que apostaban por su caída, su desgaste mediático y su eventual renuncia. Pero como en política “lo que resiste, apoya”, la resistencia de Abelina López le valió que su partido le dé la oportunidad de repetir en la presidencia municipal.  Las segundas oportunidades son únicas y habrá de ver si repunta y encabeza el renacimiento del puerto, para el bien de los acapulqueños.

Contacto: feleon_2000@yahoo.com