El espacio de Escipion

Recomendaciones para ver el debate presidencial 2024

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+Clara Brugada y sus propuestas de Gobierno

+Taboada y las malas compañías

+AMLO y sus buenos gobernadores; a pesar de la tragedia de sus pueblos…

Llegó el momento de conocer de qué están hechas las candidatas y el candidato que aspiran a la presidencia de la República, este ejercicio democrático y público instaurado en México desde 1994 y que nos permite conocer las tablas, carácter, personalidad, temple y capacidad de respuesta de quienes pretenden gobernar a los más de 127 millones de mexicanos, la décimo quinta economía del mundo, el territorio más apegado (territorial y económicamente) a los Estados Unidos de Norteamérica y todo lo que ello representa en términos geopolíticos en un momento crucial de las migraciones, la mayor crisis humanitaria del siglo y de alta belicosidad en varios puntos del orbe   y a la nación que es referente entre las economías emergentes y también entre las que van en declive.

De este tamaño es el reto para quienes aspiran a tomar las principales decisiones de nuestro país y encabezar políticamente a la República y por eso es que en los últimos procesos transexenales las elecciones mexicanas son punto de interés y de injerencia de operadores extranjeros de las cruzadas del capitalismo transnacional, de los últimos comunistas, los nuevos socialistas, los neofascistas o los trásfugas de la vela perpetua; llámense estadounidenses, rusos, chinos, españoles, venezolanos, cubanos o canadienses. Nada nuevo, aunque se quiera sobredimensionar como sorpresivo.

El debate entre aspirantes presidenciales tiene esos aderezos, sin faltar a quienes desde distintas tribunas mediáticas y desde las ahora malditas redes sociodigitales quieren ver sangre, lucha en lodo, pelea callejera sin reglas y sin réferis.

Ahí están y estarán activos como managers detrás de cámaras para operar a los agoreros del país en decadencia, sin remedio, envuelto en sangre y corrupción, y que apuestan a la confrontación directa, al descontón con información “reservada”, a las patadas como método de respuesta y guardar el puñal, el hacha o la flecha por si hiciera falta,

Pero también habrá del lado del oficialismo, como antes, de quienes buscarán defender lo indefendible, de mostrar un país de las maravillas y chantajearnos que, sin ellos, nuestra existencia simplemente no tendría razón de ser. Son nuestros salvadores y por ello debemos darles las gracias y nuestro voto incondicional.

Dado todo esto es importante que no nos dejemos manipular por quienes buscan en nosotros sus conejillos de indias para supuestamente influir en nuestro voto, aunque eso pocas veces ha ocurrido en los postdebates y, en este 2024, difícilmente ocurrirá.

No, nosotros sólo debemos exigirle a las candidatas, siendo las primeras mujeres con posibilidad de llegar a la presidencia de la República que, ellas tienen mejor actitud que sus machistas asesores, mejor desenvolvimiento y mejor capacidad de análisis y soluciones a los problemas del país que quienes han apostado a la descalificación absoluta de una u otra candidatura.

El primero de los tres debates presidenciales 2024 se llevará a cabo el próximo 7 de abril, se dividirá en tres segmentos: el primero será educación y salud; el segundo será sobre transparencia y combate a la corrupción; el tercero acerca de la no discriminación, grupos vulnerables y la violencia contra las mujeres.

En los tres segmentos temáticos habrá de poner especial atención al diagnóstico que cada aspirante tenga, porque son temas con los que no se puede engañar al ciudadano. Es entendible que la propaganda electoral esté cargada de mentiras y que los propios ciudadanos tengamos conciencia de que nos engañan con promesas irrealizables, pero no con el diagnóstico, porque es el día a día, lo que vivimos, gozamos o sufrimos.

Apelamos a que tanto Claudia Sheinbaum como Xóchitl Gálvez habrán de reconocer la fortaleza de nuestro país y también sus debilidades, pero sobre todo, que nos traten a los ciudadanos de pie con respeto y madurez, la que exige el grado de democratización al que hemos alcanzado como país. Ellas pueden marcar una gran diferencia a la mercadotecnia política que ha dominado el debatismo y postdebatismo mexicano.

En México, el primer debate presidencial se realizó el 12 de mayo de 1994, en el Museo Tecnológico de la Comisión Federal de Electricidad, con la participación de Ernesto Zedillo, por el PRI; Diego Fernández de Cevallos, por el PAN; y Cuauhtémoc Cárdenas, por el PRD. Desde entonces, los debates son importantes, pero no marcan la diferencia ni anticipan a quién vencerá en la jornada electoral definitiva.

En ese entonces, el “efecto Tequila”  seguía vigente en lo económico, dando pie al polémico rescate bancario, el Fobaproa, la extranjerización de la banca y una oleada de políticas neoliberales reprobadas. Por ello, Cárdenas Solórzano era el candidato a derrotar. Sin embargo, en el debate se le vieron pocos reflejos, débil ante los embates provocadores de Diego Fernández, quien lo vapuleaba tanto a él como al que navegaba de muertito, Ernesto Zedillo. El otrora Jefe Diego ganó el debate, se proyectó fuerte, pero se quitó del escenario por una operación del viejo sistema que “lo enfermó” y dejó el camino libre a Zedillo.  

El peso del apellido no ayudó al estilo seco de Cuauhtémoc Cárdenas ni en 1994 y menos en el 2000. En abril del 2006, la ausencia de un soberbio y que se creía casi presidente Andrés Manuel López Obrador en el primer debate dejó hablando solos a Felipe Calderón (PAN-PVEM), Patricia Mercado (PSD) y Roberto Campa (PANAL), y, dicen, fue el primero de muchos soberbios errores para que el tabasqueño fuera perdiendo la amplia ventaja que gozaba en ese entonces (fueron tan confiados los entonces perredistas que sus promotores del voto no se fueron a fondo como sí lo hicieron los panistas; ni siquiera en la CDMX). 

Salvo el improvisado debate con Diego Fernández de Cevallos, López Obrador fue malo en los debates de 2012 y 2018, sin embargo, al tabasqueño eso dejó de importarle porque su narrativa contra el extractivismo, la corrupción y las élites que dominan México se mantuvo como eje rector de su campaña de más de 18 años. A ello, por supuesto, ayudó el baño de sangre en que dejó Felipe Calderón al país y el pésimo equipo de gobierno de Enrique Peña Nieto, destacado por su insaciable voracidad corrupta. 

Ahora el tiempo es de la llamada 4T y su candidata, Claudia Sheinbaum tiene que enfrentar a una oposición unificada en Xóchitl Gálvez, alguna vez aliada suya, algunas veces amigas, algunas veces caminando juntas.

Clara Brugada y su plan de gobierno… La propuesta central de la candidata de Sigamos Haciendo Historia es convertir a la CDMX en la capital de las políticas sociales progresistas. Y con ello sus ejes son  “Ciudad del bienestar, Ciudad de los cuidados”; “Gobierno honesto y transparente” donde promete una revolución administrativa para acabar con el modelo del viejo PRI que sigue limitando las funciones de gobierno;

“Ciudad segura, libre de violencia y en paz”, en la cual promete cambios sustanciales en la política de seguridad apostando más al restablecimiento del tejido social y recuperación del espacio público; así también está “Ciudad saludable”; “Acceso universal y equitativo al agua” (que dicen trae un plan hídrico más radical hasta ahora conocido); “Ciudad con suelo y vivienda asequible” (duplicando las acciones de vivienda social hasta ahora conocidas); “Ciudad educadora”; “Ciudad en movimiento”; “Ciudad sustentable”; “Ciudad próspera” (economía social); “Ciudad cultural” y “Ciudad disfrutable”…

Tabaoda y las malas compañías… El panista Santiago Taboada habría gastado mucho dinero en búsqueda de compradores de conciencias y de votos. En esta ruta, ha tratado de erosionar las bases históricas de la izquierda social en la CDMX, especialmente en Iztapalapa y Tláhuac. Pero ahí se ha detectado que ha puenteado con dirigentes vinculados a grupos delictivos como “Los Tanzanios”, “Sindicato Libertad”, “Cártel de Tláhuac”, “Los Riojas”, además de algunos grupos simpatizantes del Partido del Trabajo…

AMLO y sus buenos gobernadores; a pesar de la tragedia de sus pueblos… A López Obrador no le queda mucho tiempo al frente de la presidencia de la República para que con su bendición tenga que dar la cara por gobernadores impresentables como Cuitláhuac García, Cuauhtémoc Blanco, Rutilio Escandón y Evelyn Salgado…

Contacto: feleon_2000@yahoo.com