Histomagia

COSA MALA

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Guanajuato es una ciudad que colinda con la Sierra de Santa Rosa, ella une a dos de los municipios más importantes del estado: Guanajuato capital y Dolores Hidalgo, la Cuna de la Independencia.

Varias veces han sucedido cosas extrañas en esa sierra, desde haber encontrado animales muertos como parte de algún ritual, hasta ver fantasmas o espectros que te acompañan mientras recorres esas curvas que algún tiempo fueron el camino principal de los mineros.

La Sierra de Santa Rosa es una zona de curvas algunas breves y otras tan pronunciadas que si no eres de por acá te puedes hasta marear. Este camino antiguo que conecta ciudades importantes tiene una zona en donde se ubica La Casa del Roble. Dice la gente de por ahí que en esa casa asustan, tan famosa ha sido que han venido investigadores paranormales para saber a ciencia cierta qué es lo que pasa ahí, pero toda la zona es una concentración de fantasmas de todo tipo.

Hace algún tiempo yo era taxista, me cuenta Jesús. Una noche me salió un servicio, traía un viaje desde León e iba directo a Dolores Hidalgo. Para ir más directo y no dar vuelta por la zona del bajío, tengo que pasar por la sierra. Ya iba en camino, todo bien tranquilo pero al pasar por esa maldita casa del Roble, de repente sentí que alguien me veía, me observaba, pensé que era alguno de mis pasajeros, veo por el retrovisor y las dos niñas venían dormidas, así como a mi copiloto, papá de las niñas,  eran las doce y media, una de la mañana, lo volteó a ver a cerciorarme de que estuviera dormido el papá y sí él estaba profundamente dormido, entonces, ¿quién me veía? En ese instante como por instinto de supervivencia veo a través del vidrio de la puerta a una persona de color con unos ojos grandes viéndome sin pestañear, directo a mí,  esa persona iba corriendo a la par del taxi, moviendo pies y manos, pensé que me iban a asaltar le piso el acelerador y esa persona me adelanta, me rebasa con una gran velocidad y a la vez con una calma sin perderme de vista, me adelanta varios metros, atraviesa la carretera ahí de frente a mí, sin quitarme la vista y se pierde en la sierra, ahí sí me dio miedo porque esa es una zona de voladeros, no hay caminos cercanos, entonces, si fuera una persona, difícilmente hubiera quedado con vida.

Jesús abunda en los detalles diciéndome que “eso” era una persona negra, con ojos grandes que fluctuaban de color rojo impactantes, era como humanoide parecía desnudo, pero no se le veía sexo, eso sí los ojos impactantes con la mirada profunda sin pestañear, sin perderme de vista en ningún momento… jamás se encandiló con las luces del vehículo, me rebasó por la derecha y me adelantó y saltó al vacío de las curvas, eso era cosa mala… fue una experiencia espantosa, ninguna persona puede correr a la velocidad del carro. A la fecha me sigo sintiendo con miedo cada vez que paso por ahí, sea de día o de noche.   

Dicen los que saben que esos seres que van flotando, que van corriendo, que van volando a la par de los carros, aviones, o botes acuáticos, esos que van al parejo de los autos, ellos están en todos lados, poque hay seres que nos observan y el hecho que se manifiesten es parte de su eterna rutina al salir de madrugada y esa es una forma de liberarse aparentemente de quienes los tienen resguardados, porque son seres condenados desde el principio de los tiempos, por eso es que nunca sabemos si a quienes vemos por las calles están vivos o están muertos. ¿Quieres conocer la Sierra de Santa Rosa? Ven, lee y anda Guanajuato.