Desde el Faro

LA DULZURA DEL CONTRABAJO

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Rodrigo Mata, integrante de la OSUG, arrancó del gigante sonidos acariciantes con obra de su autoría

Todo en el contrabajo es grande, enorme: el diapasón – tan grande como un violín- el puente, o las clavijas, que parecen fijar las cuerdas de un ring de lucha libre; de tal forma que los contrabajistas – hombres o mujeres – parecen personas forjadas en el gimnasio y que antes de afinar el instrumento, levantan pesas; pero a pesar de su tamaño y su voz tan grave, el contrabajo tiene mucho de dulzura.

Apenas en agosto del año pasado, acompañada por la OSUG, se presentó la contrabajista coreana Mikyung Sung, su interpretación a una obra de Frank Proto, fue casi sublime, se llegó a pensar que nunca más volvería a presentarse un concierto como el de ella, pero el viernes pasado, Rodrigo Mata hizo sentir lo contrario.

En el Teatro Juárez, Rodrigo, con su doble concierto para 2 contrabajos y orquesta, titulado “Alebrijes”, trasladó al público hasta los sueños del artesano mexicano creador de estos seres fantásticos, monstruosos y a veces benignos. La pieza incluye los movimientos: “Sueño”, “Procesión” y “Fiesta de los Espíritus”, con los cuales, recrea a la bella artesanía, pero sobre todo, al espíritu festivo del pueblo.

Tanto Rodrigo, como su acompañante en el segundo contrabajo, Andrés Peredo, también integrante de la Orquesta de la Universidad de Guanajuato, fueron obligados por el público a salir 5 veces al escenario, y tocaron como pieza extra, la obra “Peregrinos”, otra de las composiciones de Rodrigo Mata. En la actualidad, son ya 47 obras escritas por el músico, quien además, es maestro en la UG.

Realmente fue muy difícil definir cuál fue la obra más importante del programa, porque previamente la orquesta universitaria interpretó “Calaveras”, ese ballet imaginario de Eugenio Toussaint, una verdadera invitación a la danza, donde se alcanza a distinguir un desenfrenado aquelarre, con el desfile de “catrinas” y “calaveras”.

Después, llegó la Quinta Sinfonía de Félix Mendelssohn, obra energizante que es como un tributo a Dios. Todo, bajo la dirección de Jesús Medina.

Para seguir con la fiesta, la OSUG anuncia que en el marco del Día Internacional de la Mujer, será dirigida por Grace Echauri; con Daniela Liebman, en el piano; con obras de Clara Schuman, Ana Lara y Gina Enrríquez, los días 6 y 7 de marzo, en los teatros Juárez y Bicentenario, ambos a las 20 horas.

PD.- Estas líneas fueron escritas con el deseo de que Russel Brown, contrabajista integrante de la OSUG, nacionalizado mexicano, recupere pronto su salud.