COSAS DEL BICENTENARIO/CENTENARIO
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Habitualmente, al referirnos a la Revolución de 1910, viene a cuento la imagen de un político avejentado: Porfirio Díaz. Curiosamente, esto dicho al margen de sus méritos y responsabilidades militares o polìticas, casi no se difunde la estampa del joven militar que tomó la iniciativa de encabezar una causa a sus ojos justa. Causa que en el sitio web ArteHistoria se define en estos términos: «Cuando el presidente Lerdo de Tejada intentó hacerse reelegir, Porfirio Díaz pronunció, en marzo de 1876, el Plan de Tuxtepec basado en la no reelección y el sufragio activo, acusando al presidente de vender la nación a los extranjeros. Con el apoyo de los conservadores y el ejército, Díaz se levantó contra el presidente Lerdo de Tejada y alcanzó el poder en 1877, iniciándose el periodo denominado porfiriato» (http://www.artehistoria.jcyl.es/historia/personajes/6591.htm). En este sentido, puede no carecer de pertinencia mirar a ese militar de cara a su futuro, confiado de la bondad de su cometido, como un valioso ejercicio de contraste, antes que la cara del viejo, imposibilitado para mirar su pretérito con la misma energía y determinación.
NOTA: La fotografía está tomada del sitio www.acces.bicentenario.gob.mx/index.php?optio…, que refiere así el origen de la imagen: «Aubert. Porfirio Díaz. Tarjeta de visita, ca. 1867. Imagen tomada del libro: Enrique Krauze y Fausto Zerón-Medina, Porfirio. La guerra (1854-1867), tomo 2, México, Editorial Clío, 1993, p. 69.»
