ROBAPLANA / Carlos Olvera
Tengo la certeza de que alguien nos está robando Guanajuato. Primero se robaron la espada del guardián de la Paz, luego la Pipa de Enrique Ruelas —creo que ya es la tercera que le ponen— , también la virgen del nacimiento, un borrego y un pastor. Cuentan que alguna vez hubo cisnes de bronce en el Cantador. Se roban las tapas y los herrajes de las lámparas del Teatro Juárez; se robaron las placas con los nombres de los municipios de monumento a la Santa Fe, se roban las tapas de los registros en la Subterránea; se roban los coches, los muebles de las casas, las ideas y hasta la estupidez. Ahora los ladrones andaban por Salamanca y le tocó al Cristo Negro del Señor del Hospital, patrono de los salmantinos, le robaron la corona. Hay que cuidarse, no sea que nos vayan a robar la fe. Guanajuato, Gto., 10 de agosto de 2010.
