Astrología. Un poco de historia

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Ana Guadalupe Mejía Pozos

Primera de tres partes

La palabra “astrología” proviene del griego aster, que significa estrella o astro, y de logos, ciencia o conocimiento. La Astrología es, por tanto, la ciencia de las estrellas, que retomó su importancia en la célebre escuela de Alejandría, que se encontraba en las instalaciones de la propia Biblioteca de Alejandría, fundada por Alejandro Magno en el año 333 a. C. y que desde entonces fue la sede de los verdaderos conocimientos herméticos.

Astrología es, por sí misma, el estudio filosófico/científico que expone y estudia la acción de los planetas y las estrellas, y ayuda a explicar y comprender la vida no como un arte adivinatorio, sino como esa acción de los cuerpos celestes sobre los objetos animados, y la reacción de éstos ante dichas acciones. Gracias al estudio de estas influencias que son llamadas ondas, vibraciones o radiaciones, se ha podido comprobar su conexión con toda forma de vida, pero en especial con la del ser humano, en lo relativo a las partes física, mental-psíquica, emocional y espiritual.

La historia de la Astrología se pierde en el tiempo y en la historia de las más antiguas civilizaciones; sin embargo, ha sido a mediados del siglo XX que comenzó a recuperar el gran prestigio que tuvo hacia el siglo XVII cuando hizo su aparición el llamado “racionalismo” de la mano del matemático y filósofo francés René Descartes (un gran estudioso de la Astrología en su tiempo).

Gracias a la sabiduría del legendario y enigmático Hermes Trismegisto, cuyo testimonio es precisamente el Zodiaco de Denderah, al que se le atribuye una antigüedad comprobada de aproximadamente nueve mil años, se sabe que la Astrología era parte esencial de la formación de sacerdotes egipcios, a los que, cuando sobresalían, se les conocía con el nombre de Sabios o Adeptos.

La palabra “zodiaco” proviene de la voz griega zodion, diminutivo de zoon, que significa “animal”. Por ello, el zodiaco quiere decir círculo de animales.

Ya los sabios del antiguo Egipto conocían toda la fenomenología y la mecánica celeste, y cómo influían decisivamente sobre la vida del hombre. Atribuyeron estas fuerzas a deidades y establecieron una analogía con la conducta humana. Convinieron en sistematizar este conocimiento, al que luego se le daría el nombre de “Astrología”, estableciendo doce formas para dichas fuerzas y las denominaron “Signos Zodiacales”.

También los antiguos Hindúes conocían la Astrología, y es hasta la actualidad que se conservan sus características específicas, las cuales se conocen como Astrología Védica o Jyotisha, siendo ésta una de las más antiguas del mundo, puesto que se le adjudica una existencia de casi diez mil años.

Sin embargo, fue a los astrólogos asirio-caldeos a quienes se les atribuyó el desarrollo matemático del círculo zodiacal de 360º y su división en 12 segmentos de 30º que corresponden a los 12 signos zodiacales: Aries, Tauro, Géminis, Cáncer, Leo, Virgo, Libra, Escorpio, Sagitario, Capricornio, Acuario y Piscis.

Dividieron al cielo en tres franjas que llamaron “Caminos Celestes” y a uno de estos se le denominó el “camino de Anu”, el cual sirvió para desarrollar una primera versión del zodiaco sobre una franja de 16º de anchura a lo largo del cielo, por donde el sistema solar recorre las constelaciones zodiacales.

ANA GUADALUPE MEJÍA POZOS es astróloga y terapeuta. Contacto: anagpemejia@yahoo.com.mx