Jorge Olmos Fuentes
La noche del viernes, en la plazuela Manuel Doblado, afuera del establecimiento denominado El Cafetín, una decena de personas se reunieron para escuchar la conversación ofrecida por Carlos Magdaleno Machaén en el marco del programa del Corredor Literario «De Cervantes al Quijote».
Precisamente a un costado del templo de San Francisco, sentados en torno a quien fuera director del Museo del Pueblo, los asistentes fueron partícipes de la experiencia de un consumado lector. Magdaleno Machaén se presentó en reemplazó del Dr. Juan José Araiza Arvizu, originalmente invitado, quien no pudo asisitir por causas de fuerza mayor.
En esta ocasión, la charla estuvo centrada, a partir de la novela «Conversación en la Catedral» de Vargas Llosa, en las relaciones que pueden establecerse entre literatura y política. Tema éste en que Magdaleno Machaén es un experto.
Con frecuentes intervenciones del público asistente, y con preguntas intencionadas de Raúl Bravo (representante del Instituto Estatal de la Cultura), moderador de la exposición, así como del poeta Juan Manuel Ramírez Palomares (representante del Museo Iconográfico del Quijote), espectador de lujo, la sesión (realizada bajo los vientos de un otoño incipiente) fue sin duda atractiva. Más aún dadas las dotes de conversador nato del expositor, a quien no le falta sentido del humor ni amplitud de miras literarias, politológicas y de sociología.
De esta forma pudo transitar por los amplios corredores de la literatura mechada de política sin merma del interés, y sin dejar de revisar periodos de la historia nacional y de otros países cifrados en clave literaria.
En este sentido es de agradecer el carácter informal de este tipo de sesiones, ya que permiten el descanso de los protocolos y promueven un acercamiento por vía de la experiencia directa a los entresijos de los libros, la literatura, las circunstancias y los autores. Por cierto, conforme a lo ofrecido al inicio del programa, ya se observan exhibidores giratorios en varios cafés y restaurantes, inscritos en este programa Literario, para facilitárselos a los lectores en calidad de préstamo mientras desgustan alguna bebida.