La canícula: una historia de calor y enfermedad

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EXPEDIENTE ECOLÓGICO

Jacinto Jaramillo

Guanajuato, Gto. Agosto de 2010.- La canícula es un tema que se presta a muchas y variadas opiniones, desde lo religioso y lo científico que permiten llegar o aterrizar algunas conclusiones muy reales.

Definamos qué es este período y qué repercusiones tiene sobre la vida de la región que afecta.

Iniciemos —obvio— con lo primero: ¿qué es la canícula?

Este concepto se desprende de la conjunción o alineamiento de la estrella Sirio del Can Mayor con el sol.

Esto ocurre año tras año desde tiempos inmemoriales e inicia desde mediados del mes de julio y termina por ahí del 25 de agosto.

¿Qué efectos tiene sobre las personas si nos referimos al tema de la salud? Bueno, esto  tiene repercusiones importantes sobre procesos infecciosos como heridas en la piel que no sanan de la forma habitual y ante un descuido puede provocar daños severos provocando cuadros infecciosos muy graves.

En lo relacionado a infecciones intestinales, las diarreas pueden provocar deshidratación que de no ser atendida en tiempo pueden llevar a la muerte, sobre todo a pequeños y personas de la tercera edad.

¿Qué pasa en el campo?

Aquí sin duda el daño es fuerte al limitar el buen desarrollo de los cultivos llegando a provocar una gran pérdida de cosechas al ocurrir e intensificarse las enfermedades propias de las plantas.

Uno de los factores que se marcan en forma clara es la limitación en las lluvias y como consecuencia de los cielos  despejados; las temperaturas ascienden en forma por demás drástica, provocando deshidratación notable en las plantas y seres humanos así como en la diversa flora y fauna  de la región afectada.

Es bastante preocupante que ante las limitadas posibilidades económicas y el poco apoyo de las autoridades de salud se pierda la vida  y que la gente sobre todo de zonas rurales se refugien en su religión y se pregone que la virgen necesita “angelitos” (niños muertos) en esta temporada ante los nulos apoyos y lamentablemente la ignorancia que abunda en pleno siglo XXI.

Para entender estos ciclos recurrentes en una gran región de nuestro país se deben utilizar los medios que sean necesarios con el fin de limitar los daños que causa este fenómeno natural.