La estatura baja va a la alza

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Carlos Olvera

Guanajuato, Gto. 25 de agosto de 2010.- La tercera parte de las consultas a los especialistas en endocrinología pediátrica son por problemas relacionados con la estatura baja en los niños, informó la doctora Elisa Nishimura Meguro.

La  jefa de Endocrinología del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional Siglo XXI del IMSS, manifestó que si bien es cierto que la baja estatura no afecta la vida de quienes la tienen, “puede reflejar que hay una enfermedad de fondo muy seria”, añadió.

En entrevista durante su participación en el XI Congreso Anual de la Sociedad Mexicana de Endocrinología Pediátrica, Nishimura expresó que las cifras de los casos con problemas de talla baja van a la alza y se presentan más en las zonas rurales y tienen que ver con el tema de la nutrición.

“La talla baja tiene que ver con las regiones del país, además de que en muchos de los casos de talla baja tienen que ver con problemas nutricionales y esos son tratados no tanto con hormonas sino corrigiendo el problema nutricional”, aclaró.

En años anteriores la talla baja representaba como el 15 por ciento de las consultas “y ahora se ha incrementado porque los médicos y los padres están ahora más conscientes de que esto puede ser reflejo de una enfermedad que puede recibir tratamiento”.

La jefa de endocrinología  del Hospital de Pediatría del Centro Médico Nacional mencionó que aunque no todos los casos son tratables, un buen número de casos son manejados favorablemente con la hormona de crecimiento, “pero obviamente, eso lo decide el médico tratante, quien sabe cuál es la causa específica y en qué condiciones está el niño y si se puede beneficiar”.

A pesar de que no hay una talla específica para determinar que se tiene estatura baja, cuando uno de los niños en una familia es rebasado por otro de edad menor puede ser llevado al médico para que determine si es por causa de enfermedad.

Finalmente, consideró que este problema de salud puede alterar el desarrollo emocional de un niño que está en pleno crecimiento no nada más físico sino psicológico.