Verano y otoño con literatura en la zona cervantina de Guanajuato capital

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Jorge Olmos Fuentes

Guanajuato, Gto. 3 de agosto de 2010.- La mañana del martes fue presentado en rueda de prensa el “Corredor Literario de Cervantes al Quijote”, programa que empezará a ejecutarse este mismo fin de semana. Serie de actividades en la que participan el Museo Iconográfico del Quijote, el Instituto Estatal de la Cultura y la Dirección de Cultura de Guanajuato. En la presentación de dicho programa estuvieron presentes el director general del Museo Iconográfico del Quijote, Lic. Onofre Sánchez Menchero; el director del Instituto Estatal de la Cultura, Juan Alcocer Flores; el poeta Juan Manuel Ramírez Palomares, y Raúl Bravo, coordinador del programa, en una reunión que tuvo como escenario el Patio de las Esculturas de la Casa de don Quijote en pleno centro de Guanajuato capital.

Raúl Bravo, Juan Alcocer Flores, Onofre Sánchez Menchero, Juan Manuel Ramírez Palomares, en la presentación del Corredor Literario de Cervantes al Quijote

El Corredor Literario se define como un espacio urbano que abarca del Teatro Cervantes, en la Plaza Allende, al Museo Iconográfico del Quijote, a un costado de la Plaza Manuel Doblado. Emblemático itinerario al que enmarcan la esculturas ecuestres de don Quijote y Sancho (obra de Víctor Gutiérrez, de constante visita pública), y el acervo plástico al completo de la galería dedicada al Caballero andante de La Mancha, creado por don Eulalio Ferrer (1921-2009). Entre ambos sitios, precisamente, se erige un espacio sensible cuyo objetivo primordial se orienta al fomento y el aprecio por la palabra, y que proporcionará la ocasión de llevar a cabo actividades formativas, de difusión, de investigación y editoriales.

Concebido dentro del programa “Leer Provoca” del Instituto Estatal de la Cultura, el Corredor Literario será también ocasión de rendir un homenaje en activo a la memoria de don Eulalio Ferrer Rodríguez, cuya devoción por El Quijote se registra como ejemplar en la historia del siglo XX. Ese apego por la obra cumbre de Cervantes y de la lengua española lo llevó a crear el Museo Iconográfico del Quijote, que después donó al pueblo de México a través del Gobierno del Estado de Guanajuato. En este sentido, indicó el director general de la galería, quien fungió como anfitrión del acto, el programa reviste particular importancia pues representa un modo de continuar en el tiempo las iniciativas de don Eulalio Ferrer, de perseverar en el cultivo y aprecio de la lengua de Cervantes, y de poner al alcance público el importante acervo del Museo. Para este efecto, señaló el funcionario, están realizándose ahora mismo las gestiones pertinentes ante el gobierno municipal para que puedan ser exhibidas en el perímetro de la plaza contigua a la galería cinco piezas escultóricas, obra de importantes artistas plásticos como Leonardo Nierman, Sebastian, José Sacal y Ramsés Ruiz (artista guanajuatense), algunas de las cuales están ya en exhibición en la colección permanente.

Escultura de Leonardo Nierman
Escultura de Sebastian

El propio Sánchez Menchero subrayó que este programa implica la ampliación de las actividades artístico-culturales del Museo y de la Fundación Cervantina de México, que se remontan a más de veinte años atrás, cuando se estableció el acervo plástico (en crecimiento incesante desde entonces) del Museo Iconográfico del Quijote y la institución del Coloquio Cervantino Internacional, para integrar después la Biblioteca del Centro de Estudios Cervantinos, cuyos más de dos mil títulos le otorgan importancia en todo el continente, y un fondo editorial específico (que incluye veinte ediciones del Coloquio, y dentro de poco la reproducción de la edición príncipe de El Quijote, editada por Florencio Sevilla), enriquecido conforme pasa el tiempo. Ahora, precisó, con este Corredor Literario el complejo institucional dedicado a Cervantes y el Quijote incursiona en la difusión y la distribución de obras de autores locales y participa en un importante proyecto que espera se institucionalice. Finalmente, Sánchez Menchero resaltó la participación de los escritores guanajuatenses y de los prestadores de servicios de esa área como fundamentales para el éxito del programa.

A su vez, el director del Instituto Estatal de la Cultura tomó como divisa de sus intervenciones la intención de “hacer valer la palabra”, el propósito de lanzar un proyecto de repercusión social que involucre, además de las instancias oficiales y privadas, a los artistas de la palabra de la entidad, a los editores, a los distribuidores de libros, a los lectores mismos: “la palabra tiene que estar en la calle y de ahí entrar a los espacios físicos”, enfatizó. Por eso mismo, abundó, el programa del Corredor Literario incluye sesiones formativas, presentaciones de libros, espectáculos de narración oral, en un esfuerzo que incluye el ámbito del Museo, el ambiente de los cafés de esa zona de la capital, el escenario del teatro y las calles mismas de la ciudad, a las que definió como “corredores de un gran museo, que es Guanajuato”.

La palabra es el núcleo de este proyecto, parece que dijera el funcionario estatal de la cultura. La palabra escrita, la palabra oral, la palabra impresa, la palabra que puede llegar a todo mundo, remató en su intervención. Y para este efecto comentó que se ha incorporado en esta primera etapa a un crecido número de escritores locales, de la región del estado, y aun de talla nacional, para que den forma a este programa. De ahí que intervengan creadores como Geney Beltrán y Sergio Mondragón, quienes tendrán a su cargo sendas tutorías literarias; editores que ofrecerán sus colecciones, como Azafrán y Cinabrio del doctor Benjamín Valdivia; autores significativos, como Juan José Araiza Arvizu, quien se referirá a los libros en su vida, que alcanza ya los 92 años; Juan Manuel Ramírez Palomares, a quien se encomendó conducir un taller de apreciación literaria; y autores publicados por la editorial La Rana, en un intento de sacar los libros de la bodega y de dotarlos de vida en los cafés y restaurantes, donde estarán accesibles sin costo alguno.

Enfáticamente, “y para que quede bien claro”, Alcocer Flores puntualizó que la intención primera de este proyecto es crear una dinámica que permita hacer circular los recursos y las obras que ya existen, antes que lanzar alguna colección o iniciativa libresca nueva (“los libros más caros son los que están embodegados”, acotó), a fin de intentar en un segundo momento consolidar el programa, de tal suerte que pueda hacerlo exportable a otros municipios de la entidad siguiendo el esquema de colaboración interinstitucional y contando con la participación de los creadores “a través de estructuras muy importantes como las Casas de Cultura y las Bibliotecas Públicas”. Así que encomió la realización de este Corredor Literario, que vendría a sumarse a un anterior Circuito del Arte, también impulsado por el Instituto, pero en otra zona de la ciudad, la que aglutina al mayor número de galerías y museos. Ambas actividades, también lo señaló el funcionario estatal, dirigidas a atraer el turismo de Guanajuato, y en las que resulta crucial la vocación cultural de los prestadores de servicios que facilitan sus espacios y deciden integrarse con determinación.

En la presentación tomaron la palabra también, Juan Manuel Ramírez Palomares, quien expuso una consideración sensible acerca de la importancia de los libros en la existencia, y Raúl Bravo, coordinador ejecutivo del programa, quien resaltó como fundamental  la “vinculación profesional de los sectores culturales y de la cadena del libro” que tendrá lugar a través de estas actividades. En este contexto, los próximos cinco meses se sucederá un programa amplio, rico, sistemático y también relajado en el que la palabra (entendida como creación literaria) será protagonista.