Benjamín Pacheco
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Guanajuato, Gto. 13 de septiembre de 2010.- Desde momentos fugaces cargados de una profundidad personal hasta acercamientos a texturas que promueven el deseo de tocar y sentir las imágenes, forman parte de la muestra fotográfica El momento efímero de Olivia Vela.
La fotógrafa, nacida en el Distrito Federal pero radicada desde hace diez años en Guanajuato capital, participó también en la última serie de exposiciones realizada del 10 al 12 de septiembre en la Plaza de la Cultura y las Artes, igualmente conocida como Plaza Allende.
Vela mostró catorce imágenes en color y blanco y negro, de 45 por 30 centímetros, elaboradas bajo la técnica de fotografía digital. La propuesta, en sus palabras, es redescubrir el placer por los pequeños detalles y realizar un ejercicio introspectivo.
“Estaba en un momento acelerado, como todos en la sociedad, en la que te olvidas de tu cuidado personal, de detenerte a pensar en los demás. En la que empiezas a transitar por la vida sin vivirla. Quería detenerme”, comparte la fotógrafa, en torno al sentido de las imágenes tomadas desde 2006 a la fecha.
Por ejemplo, la pieza “El clavo”, en el que se aprecia oxidado y viejo pero aún brillante, evoca la utilidad que aún pueden tener las cosas, y llevado a otro plano, las personas.
“Es útil todavía. Estaba en un rincón del Museo Gene Byron. Significa que tenemos mucho que decir y mucho que ofrecer”, sostiene la artista.
En el caso de “Ausencia”, en la que se muestra una jaula para los pájaros, Olivia Vela explica que es cuando una persona tiene que decidir sobre su estado de ánimo. “¿En dónde estás? Contigo mismo o encerrado; si te encadenas o liberas; adentro o afuera”, afirma.
La muestra destaca por las tomas cerradas a objetos u organismos, en los que más que ver pareciera que se pueden tocar las cosas. Olivia Vela se define como “demasiado emocional”, pues cuando tiene una cámara y encuentra algo que le llama la atención, sigue el impulso hasta que lo aprecia con detalle.
“Porque sé que todo lo que veo es efímero. No hay nada para siempre. Si tengo una cámara en la mano, me desconecto de lo que estoy haciendo para concentrarme sólo en esa imagen y en lo que me está transmitiendo.
“Al final sé que cuando la vuelva a ver, me dará otra sensación o reflexión”, analiza.
En El momento efímero el espectador encontrará granadas, flores, sombras que remiten la esencia de las cosas y hasta reflejos, como el caso de “Mis entrañas”, fotografía de marcado carácter personal. Ésta última, muestra el reflejo de los árboles sobre un depósito de agua. La sombra del depósito refería a una parte abdominal de una mujer.
“Y era toda esa entretela de sombras y árboles que son complicadas y al mismo tiempo equilibradas, al igual que las entrañas”, expresa Olivia Vela.
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Para los interesados en conocer más sobre el trabajo de la artista, dirigirse a: olivia1vela@gmail.com.
