“Rayarse” en Guanajuato: Expo Tatuaje

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Benjamín Pacheco López

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Guanajuato, Gto.0 8 de octubre de 2010.- A Guanajuato le gusta “rayarse”. Desde hace dos años, la plaza conocida por su historia nacional y escenario de festivales culturales de corte cosmopolita, se vuelve un escaparate para que las personas se adentren al mundo de las perforaciones y el tatuaje.

Mildre Alarcón, tatuadora profesional y organizadora de la 3ª Expo Tatuaje —a cargo del local “Arte Creativo. Tattoo and Piercing. Studio Profesional”, junto con Mike Rincón—, recuerda que a pesar de ser la capital una ciudad abierta a la tradición milenaria del tatuaje, les costó trabajo iniciar el proyecto.

“Nos daba miedo la organización. Es desgastante”, cuenta mientras atiende su local ubicado en la avenida Juárez. El lugar destaca por su limpieza, los permisos y cursos de capacitación colocados a la vista del público, y un área específica para manejar los desechos biológico-infecciosos como jeringas y gasas.

Mildre recuerda que durante el primer encuentro contaron con la participación de alrededor de 30 establecimientos, además de una asistencia de mil 500 personas; para el 2009, la cifra aumentó a 2 mil.

Para esta edición esperan duplicar su asistencia, aunque refiere que en ciudades como Monterrey —donde se realiza una de las exposiciones más representativas a nivel nacional—, se estima que acuden cerca de 10 mil personas.

Para la apertura de un proyecto de este tipo, reflexiona Mildre, ha influido el Festival Internacional Cervantino (FIC), pues mucha gente aún desconoce el sentido que tiene una expo de tatuajes.

“Habrá pláticas sobre temas como la discriminación hacia personas tatuadas y perforadas, impartida por Dante Salomón, activista tatuador, así como escritor y divulgador del arte del tatuaje.

“En la expo también se hablará sobre el manejo del Residuo Peligroso Biológico e Infeccioso (RPBI), dirigido a tatuadores y perforadores, pero cualquier persona puede acudir”, detalla.

Debido a que es un encuentro multidisciplinario, también habrá presentación de bandas de rock y exhibiciones de pintura.

La tatuadora refiere que para dos días de actividades, el 9 y 10 de octubre, han trabajado por lo menos 4 meses; participa un equipo de 10 personas en la organización.

Sin tendencias en los tatuajes

Mildre y Mike llevan 12 años con su local. En ese tiempo han visto los distintos gustos que tiene la gente cuando busca hacerse un tatuaje, pero en general no hay tendencia por un modelo específico, pues lo que priva es el gusto personal.

“No hay tendencia, es muy diverso y depende de cada persona. No es una moda. La perforación es quizás una moda pero el tatuaje repercute más en la persona porque es permanente”, comenta.

El rango de edad de los tatuados es de los 18 a los 40 años de edad, pero han tenido casos de personas con 70 años que deciden tatuarse.

“Hay gente que se ha tatuado el bigote”, comparte con una sonrisa. Incluso, al momento de la entrevista, llegó un hombre acompañado con su hija. Tendría entre 30 y 40 años. ¿Qué buscaba? Tatuarse su calva. El interesado explicó que al ser actor, no le gusta cómo se ve en el escenario. Hablaron de estilos y pactaron precios. El hombre prometió volver.

Casos como este son los que Mildre atiende seguido. Incluso le llama la atención que hay personas que piensan que “hacerse la ceja” no es un tatuaje.

“Hay maquillaje permanente como el de la ceja, línea de los ojos, delineador de los labios”.

El tatuaje es milenario, además de que los aztecas y mayas practicaban la escarificación —cicatrices producidas por cortes superficiales o profundos en la piel—… Hay una momia en Palenque que está tatuada; tiene símbolos”, cita.

Otro ejemplo de esa época, refiere, son los llamados “besotes” que son expansiones de los labios y las orejas.

Mildre le apuesta a la asistencia, para que las personas conozcan más sobre lo que implica tatuarse de por vida. “Es cultural. Queremos educar a la gente para que conozca el arte del tatuaje. Ayudaría a disipar sus dudas y tabúes”, concluye, pues también hay muchos padres de familia que acompañan a sus hijos a conocer el local.