Benjamín Pacheco López
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Guanajuato, Gto. 10 de octubre de 2010.- El águila, animal solitario pero de gran poderío, convirtió en un nido de piedra el Patio del Congreso del Estado de Guanajuato. Lo anterior, con motivo de la muestra El águila en la historia de México que expone las distintas representaciones que ha tenido el popular animal desde la época prehispánica hasta la actualidad. La exposición consta de 40 bloques en los que se aprecian las distintas imágenes y formas en las que ha sido representada el águila.
En un texto firmado por Manuel Carrera Stampa, se le recuerda al visitante que dicho animal es solitario y gusta tener su vivienda en la oquedad y resquicio escarpado de las rocas. “Frío y desnudo, que el viento azota, el rayo calcina y la lluvia riega. Su nido es el hueco de la piedra donde rara vez descansa el cuerpo manteniéndose de pie, cubierta por su propio plumaje, cuando no pasa las noches a la intemperie, sola, sobre la última roca de una cima”.
“Contemplando el eterno y silencioso rodar de los mundos luminosos, y a sus pies la sombra de la tierra, inmensa y difusa. Lleva marcada en su penetrante pupila la huella de un perenne insomnio”, expresa.
Carrera Stampa considera que en la mirada del águila, hay algo más que le preocupa, más allá de la presa, las profundidades y los lejanos horizontes. “Ninguna otra ave quiere y defiende su nido como el águila quiere y defiende el suyo, pues es monógama y se aparea de por vida. La unión conyugal de dos águilas no la rompe sino la muerte de una de ellas”.
“Admiro la solemnidad de su vuelo, su vista agudísima, su carácter indómito, su fuerza y su temeridad; brillantes atributos, superiores desde varios puntos de vista, a los humanos. La admiración de los clanes tribales del Altiplano, consagró así al águila de lucido y majestuoso vuelo cercano al Sol”, concluye.
El visitante encontrará que las representantes incluyen el diseño de águilas para la fachada del Palacio Nacional, escudos usados durante el Porfiriato, en la fachada del Museo Nacional de Antropología y el Ayuntamiento de la Ciudad de México, de 1888.
También como se le estilizó al conocido animal en la antigua Secretaría de Hacienda, en Bellas Artes, e incluso el grabado de la cabecera de la cama donde murió Benito Juárez.
Otros diseños refieren el águila utilizada en el escudo del Segundo Imperio, documentos del siglo XIX, regimientos de caballería, la primera bandera del escudo de Agustín de Iturbide, el movimiento insurgente del siglo XIX, en iglesias, en la antigua Casa de Aduanas (hoy Tesorería del Distrito Federal), emblemas, templos, códices, relieves de piedra, monumentos y láminas.