Santander, 25 de febrero de 2011 (EFE).- El Parlamento regional ha celebrado esta tarde un acto de homenaje a Eulalio Ferrer, con motivo del 90 aniversario del nacimiento de este escritor y empresario de la comunicación cántabro.
El presidente de la Cámara, Miguel Ángel Palacio, ha señalado que “es justo reconocer la excelente trayectoria de este hombre generoso y bueno que, pese a sus terribles peripecias de juventud, siempre mostró gratitud por las muchas satisfacciones que le había dado la vida”.
“Este montañesuco de cuna humilde, que se enorgullece de haber honrado a la tierra en que nació”, como, según ha recordado Palacio, se definía a sí mismo Eulalio Ferrer.
El presidente del Parlamento ha destacado que el empresario, fallecido hace dos años, “dejó constantes huellas de su humildad, modestia, generosidad y sabiduría” y ha dicho que fue un “luchador inagotable” cuyos enemigos fueron “la injusticia, la intolerancia y la falta de libertad”.
Palacio ha destacado que nunca olvidó sus raíces santanderinas y ha recordado una anécdota que tuvo lugar cuando regresó a Santander tras su exilio. Según el presidente del Parlamento, lo primero que hizo Ferrer a su regreso fue visitar el cementerio de la ciudad para dejar claveles en la campa donde las víctimas del franquismo habían sido enterradas tras la Guerra Civil.
El vigilante le vio y le preguntó qué estaba haciendo, a lo que él respondió: “Echo claveles sobre mi tumba, porque si no llego a irme, estaría enterrado aquí”, ha recordado Palacio que le contestó Ferrer.
El presidente de la Cámara regional ha destacado también la especial relevancia que la figura de Don Quijote de la Mancha tuvo durante toda su trayectoria profesional y vital.
“Un personaje al que conoció por casualidad en el campo de concentración Argelès-sur-Mer cuando intercambió un paquete de cigarrillos por un libro y que fue su almohada durante la noche, su lectura durante el día y lo que le impulsó a difundir la obra de Cervantes en el mundo y la lengua española”, ha relatado Palacio.
El homenaje se ha cerrado con un concierto a cargo de La Coral Peña Labra, que ha estado divido en dos partes. En la primera, de recuerdo a Eulalio Ferrer, se han interpretado piezas basadas en textos cervantinos, entre ellas, Glosa y romance de Cardeno en Sierra Morena, Para la sepultura de Dulcinea o La Chacona. La segunda parte ha sido un homenaje al exilio, con canciones como: Con aire, Madrid, Se equivocó la paloma, Cantares o Canción Mixteca. EFE-Cantabria
