Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 08 de marzo de 2011.- Según los registros del Instituto de las Mujeres Guanajuatenses, en la capital del estado se han presentado 270 casos de violencia emocional y física de abril del año pasado a la fecha.
Iovanna Rocha Cano, titular de esa dependencia, explicó que “la mayoría de las mujeres violentadas son víctimas de violencia intrafamiliar, en donde se entiende que es por parte de la pareja, por parte de los hijos; la familia ampliada que son las suegras, las cuñadas, los cuñados y una tercera vía que se está registrando con mucha incidencia en la zonas comunitarias, es la violencia institucional, que es de familias contra familias”.
Incluso Rocha Cano no descartó que hayan ocurrido ya algunos feminicidios en la capital, pero no se consignan por falta de información de los casos, según dijo. En este sentido y para armar un seguimiento puntual de esta problemática y sus saldos en la sociedad, el instituto está planteando unificar la información sobre el tema, que se recibe a través la dirección de seguridad pública y sistema municipal DIF.
Esa integración informativa permitirá monitorear el tipo de violencia ejercido, porque muchas de estas mujeres mueren, no inmediatamente después de una golpiza, sino tres meses después de esa golpiza o de muchas golpizas, pero cuando llega el acta de defunción dice muerte natural, porque no hay antecedentes que expliquen cuál fue la historia de vida de esas mujeres, argumentó. “Es un sistema de información integral en donde van a poder estar consultando de manera unificada, qué casos de violencia estamos atendiendo de manera mensual por parte de cada una de las dependencias; en el caso de que se sepa de algún fallecimiento podremos identificar si era una persona que atendimos”, detalló la funcionaria.
Para concluir señaló que lo antedicho sería una explicación al hecho de que no hay cifras de feminicidios en la capital, como en otros municipios. Finalmente dijo que si no están reportados fallecimientos por estas causas “sí ha habido muertes lentas”, que son las más dolorosas, es decir, mujeres que no se atreven a denunciar “y viven con los golpes físicos y emocionales y no concluyen ese proceso”.
