La literatura también es crítica social: Bernardo Monroy

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Cinco interrogantes para  el autor de El gato con converse y otros cuentos

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Jorge Olmos Fuentes

Guanajuato, Gto. 22 de abril de 2011.- La editorial Cuatro Gatos que dirige el escritor Ricardo García Muñoz publicó semanas atrás el primer libro de Bernardo Monroy, titulado El gato con converse y otros cuentos. Nacido en 1982 en la ciudad de México, avecindado en León desde hace varios años, se define a sí mismo como “periodista y articulista de anime, manga y cómics” y también como escritor de cuento y ensayo literario. Amante del thriller, la ciencia ficción y el terror, sus relatos toman el rumbo del género fantástico, que adereza con humor negro, no pocas dosis de sátira y de crítica social. Textos suyos se han publicado en El canto del Ahuehuete, Tirofijo, revista cultural del Bajío; La Barca de Palabras y Papalotzi, las dos de Zacatecas; y en Argentina, en la página web Zona Literatura. De igual modo, colabora en Radiorama Bajío con comentarios sobre literatura, y fue incluido en la antología Una cierta alegría en no saber adónde vamos. Cuento en Guanajuato (2008). Este su primer libro de cuentos se presentará el próximo 28 de abril a las 19:00 horas en la Biblioteca Central de Guanajuato, ubicada en la ciudad de León, en el Fórum Cultural. Por ese motivo igeteo quiso plantearle cinco interrogantes a propósito de su libro y su visión de la literatura.

Bernardo Monroy con su ópera prima en imagen tomada de facebook

Cómo un hombre ilustrado que eres, qué sensaciones te provoca la publicación de tu primer libro, El gato con converse y otros cuentos? ¿Cuánto tiempo te ha llevado escribir este conjunto?

¡Vaya! Gracias por lo de hombre ilustrado. Tener un libro en mis manos, escrito por mí, es una sensación más que gratificante. Gracias a la labor de “Editorial Cuatro Gatos”, y de mi editor Ricardo García Muñoz. Un libro de cuentos, así como una novela, son años de trabajo, años de vivencias, años de ideas acumuladas. Vengo escribiendo los cuentos que conforman El Gato con converse desde hace cinco años. En diferentes momentos. En este sentido, todo libro de cuentos es labor de muchas personas y situaciones que han influido en el escritor. Por ejemplo, “El Efecto Cucaracha”, de la actual situación del país. “Huck, Holden y Parkour” de la época de mi vida que practiqué el deporte extremo al que hago referencia. “Chandleriano” de mi pasión por Raymond Chandler. “Aquí estamos, entreténganos” de mis noches vagando en el centro de la ciudad de León y de todos mis amigos que tocan la guitarra. “No importa el nombre” y “Zombies y Grabados de Posada” de mis experiencias e impresiones ante la ciudad de León: intolerante, conservadora, doblemoralista… enemiga de la libertad de la mujer para elegir sobre su cuerpo y homófoba. “Los Dickianos”, las tardes que pasaba con mis amigos durante mi adolescencia y mi amor por la ciencia ficción.

A juzgar por el título de tu libro, incursionas por caminos de la narrativa tradicional a la que añades dosis variables de actualidad, ¿cuál consideras que es en nuestros días el cometido de la narrativa, en especial del cuento? Dicho de otro modo, ¿por qué sería bueno que alguien lea narraciones, cuentos?

Creo que actualmente el cuento debe seguir el mismo camino de siempre: contar una historia, llevar al lector de la mano hasta el final. Que los personajes se vinculen emocionalmente con el lector. Que sufra, ría, llore, como ellos y con ellos. La narrativa es universal y atemporal. En alguna ocasión leí que sólo hay dos caminos para escribir un cuento: como Poe y como Borges. En mi opinión, ellos son los grandes maestros.

Actualmente estoy leyendo Leer la mente, de Jorge Volpi. En ese magnífico libro editado por Alfaguara, el autor de En Busca de Klingsor señala que la ficción nos enseña a ser humanos. Y la verdad, concuerdo con él. No hay nada más magnifico que leer o contar una historia. Eres los personajes. Viajas a otra época y cómo no: aprendes a ser más humano gracias a La Maga, Aureliano Buendía, Alonso Quijano y Oliver Twist.

En tanto persona con amplios intereses y experiencia en internet, donde has publicado, ¿qué posición asumes ante el libro impreso frente a los medios digitales? ¿Qué ventajas tiene, cuáles serían sus debilidades?

Creo que uno y otro van de la mano. El libro electrónico es un formato más, es una alternativa. No tienen por qué estar agarrados de la greña… o de las hojas. Las ventajas es que es más fácil, más rápido, publicar por internet, y el gasto de papel es nulo. ¿Sus debilidades? Que para el ser humano es muy difícil separarse del libro, que lo ha acompañado durante siglos… pero es necesario aceptar nuevas alternativas, no sólo de formatos, sino de género. Un ejemplo es la llamada “twitteratura”, que es literatura con capítulos que no superan los 140 caracteres.

El escritor Arthur Conan Doyle

¿Querrías compartir quiénes son algunos de tus escritores predilectos o lo que quizá influyeron en ti para escribir este libro?

Con gusto. Para empezar, todos los autores de la época victoriana. Conan Doyle, Dickens, Austen, Stevenson. Me fascina Clive Barker, y el autor de libros de fantasía Neil Gaiman. Adoro a Arthur C. Clarke, a Philip K. Dick, Robert Bloch, Stephen King, Richard Matheson, mi tocayo y amigo Bernardo Fernández, “Bef”; H.P. Lovecraft… ¡muchísimos!

Desde el punto de vista de la ciudadanía comprometida, ¿cómo deslindas la literatura de tu compromiso social, o bien podrías comentar cómo los vinculas?

Considero que van vinculadas. Uno no puede deslindarse cuando está socialmente comprometido. Muchos de mis cuentos tratan de temas que abordan problemáticas sociales: el aborto, la homofobia, le guerra contra el crimen organizado; el auge de las redes sociales, la intolerancia religiosa… y también emociones como la amistad, el amor (y las decepciones que este lleva consigo), el miedo, etcétera. Considero que ambas van tomadas de la mano, o mejor dicho, que son siameses. Allí está el caso de mi muy apreciado Dickens, que además de un gran escritor, fue un crítico social de la época que le tocó vivir. Lo mismo podemos decir de Yukio Mishima, de Carlos Fuentes y de George Orwell.

Acerca del libro mismo, resulta pertinente extraer del texto de presentación esta frase, que resume su valía, escrita por el escritor Bernardo Fernández, mejor conocido como Bef: “Estoy convencido de que los cuentos se defiende solos, que el generoso libro que los contiene no defraudará a ningún lector, que habrá de sorprender a muchos”.