Carlos Olvera
Guanajuato, Gto., 10 de mayo de 2011.- El alcalde Nicéforo Guerrero Reynoso, al anunciar su participación en la reunión de Ciudades Patrimonio convocada por la Unesco, en Cuba, indicó que la problemática en estas localidades en el país, además de la falta de recursos, es la trabazón interinstitucional para aprobar los proyectos ejecutivos de rescate y mantenimiento.
Convocado a la reunión internacional que se desarrollará en el país caribeño del 17 al 20 de este mes en su calidad de Presidente Nacional de la Asociación de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, Guerrero Reynoso señaló que el año pasado el Congreso federal apenas aprobó 100 millones de pesos, aunque se lograron gestionar 40 millones más para apoyar a Tlacotalpan, Veracruz, y 35 millones para Oaxaca, aunque iban etiquetados. En consecuencia, explicó, “para este año vamos a buscar que sobre proyectos concretos el Congreso apruebe, distintos apoyos, a través de un Fondo Nacional”.
De acuerdo con su opinión, los apoyos a las Ciudades Patrimonio “se han minimizado porque consideran que esa es una responsabilidad municipal y si acaso en algunos casos estatal, como en los casos de Querétaro y Puebla”. Además el alcalde capitalino manifestó que otro obstáculo que enfrentan las Ciudades Patrimonio de la Humanidad en el país para acceder a los apoyos gubernamentales, es la cantidad de papeleo de proyectos ejecutivos que se tiene que presentar ante diversas instancias gubernamentales como Sitios y Monumentos del INAH, el organismo técnico operativo del Conaculta, cuando se trata de sitios históricos.
En lo que respecta a elementos del siglo XX, los proyectos tienen que estar validados por el Instituto Nacional de Bellas Artes, además de las asociaciones protectoras del patrimonio “que también en ocasiones tienen que exponer su punto de vista”. Esta es un poco “la gran trabazón que estamos tratando de agilizar en el Consejo Directivo del Fondo Nacional para la Cultura y las Artes (Fonca)”, aclaró.
En torno a esa cuestión, Guerrero Reynoso dijo que muchos de los trámites que hay que sortear podrían ir en paralelo, “por ejemplo todos los organismos que pertenecen a Conaculta, no tendrían que ser 3 o 4, sino que se realizaran a través de un solo procedimiento.
Puso como ejemplo el caso de San Miguel de Allende, que “tiene un problema en la ex estación del Ferrocarril y la Plaza Pública en la que tiene que intervenir, por un lado el INAH, para determinar que la ex estación se restaure de acuerdo con las reglas de restauración oficial y por otro lado el mismo inmueble, tiene que ser calificado por Sitios y Monumentos, porque también se trata de una plaza pública”, expuso.
En este caso consideró que lo correcto sería separar las obras que son diferentes aunque están ligadas y no detener la inversión de una, en espera del dictamen del otro organismo, señaló para concluir.