Carmen Pizano
Guanajuato, Gto. 24 de junio de 2011.- La lluvia en el día de la fiesta de los capitalinos provocó que hasta las 4 de la tarde las personas que caminaban por la Presa de la Olla fueran unas cuantas, sin embargo más tarde los puestos de antojitos mexicanos, ropa, accesorios, fruta y las carpas de cerveza comenzaran a llenarse de personas que deseaban festejar a San Juan.
En comparación con otros años los asistentes fueron pocos, sobre todo porque en celebraciones anteriores era difícil caminar por las aglomeraciones, pero la lluvia hizo que fueran pocas las familias a las que no les importó mojarse por convivir un rato en la tradicional fiesta.
Poco antes de las 3 de la tarde empezó a llover en la zona de la Presa de la Olla. El alcalde Nicéforo Guerrero Reynoso, acompañado de su esposa Claudia García Brambilia, llegaron minutos después de las 2 de la tarde a la carpa que instaló la administración municipal para agasajar a sus invitados.
Chiles rellenos, arroz, frijoles refritos, chalupas y tacos dorados fue la comida, que ofreció la administración municipal a directores de área, diputados, funcionarios estatales y hasta algunos líderes de movimientos opositores al gobierno de Guerrero Reynoso como Eduardo Lachica del Frente Cívico Euquerio Guerrero que busca la revocación de mandato del presidente municipal, y todos como si no existieran rivalidades bebieron refrescos, cerveza, brandy y tequila.
El gran ausente en la celebración fue el gobernador, Juan Manuel Oliva quien en los últimos años ha preferido enviar al Secretario de Finanzas, Gustavo Adolfo González Estrada a la Fiesta de San Juan.
Los recuerdos de las antiguas celebraciones se hicieron presentes cuando don Silverio Vázquez, de 81 años, habitante de la comunidad de Masa Cuata, recordó que hace algunas décadas “había palenque, juegos mecánicos, mucha vendimia y puestos de venta de cerveza y tequila, las familias venían a comer, arroz, mole, los más pobres cuando menos tacos de nopales o tortas de sardina; esto era pura alegría, no la pasábamos bailando”.
Los juegos mecánicos este año fueron trasladados al Parque de Beisbol Aguilar y Maya, por lo que en la Presa no se pudieron escuchar las risas de los pequeños disfrutando de un día de asueto con su familia.
