Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 22 de junio de 2011.- El procurador de Justicia del estado encabezó la presentación ante los medios de comunicación de los responsables del secuestro y homicidio de un jubilado del servicio de Agua Potable y Alcantarillado de León (Sapal), perpetrado el 15 de abril de este año. Entre los presuntos implicados está una nieta de la víctima.
Carlos Zamarripa Aguirre, procurador de Justicia estatal, señaló que la víctima de 84 años de edad fue sacada de su domicilio con engaños ya que le preguntaron por uno de sus hijos y al salir a la calle lo obligaron con lujo de violencia a subir a un automóvil, aunque “por su avanzada edad no le era posible oponer resistencia alguna”.
Como resultado de la detención de los implicados en el secuestro del jubilado de la Sapal y con las declaraciones de los involucrados, se localizaron los restos del hombre en el fondo de un pozo ubicado en las faldas de un cerro, en las inmediaciones del fraccionamiento Campo Verde, detalló el procurador.
El funcionario señaló que entre las 7 personas detenidas se encuentra Joseline Minerva Salazar García, nieta de la víctima, y su esposo José Reyes Rodríguez Moya, alias El Toro, de 29 años, quien fue el que promovió el secuestro del abuelo de su esposa.
“José Reyes Rodríguez Moya, alias El Toro, fue quien planeó el secuestro y obtuvo la colaboración inicialmente de su hermano Rolando Daniel, alías El Rolis y posteriormente del resto de los participantes”, precisó Zamarripa Aguirre.
El resto de los presuntos responsables del secuestro y homicidio calificado fueron identificados como: Víctor Manuel Rodríguez Pérez, alias Picachú de 24 años; Miguel Ángel Orozco Flores, apodado Pinky, de 19 años; ambos con domicilio en la colonia san Sebastián, en la ciudad de León; María Isabel Vallecillo Álvarez, de 25 años de edad; Edgar Arturo Sánchez Estrella, de 26 años; ambos con domicilio en la colonia Campo Verde, también en León.
En la conferencia de prensa ofrecida en las instalaciones de la Procuraduría de Justicia en la capital, Zamarripa mencionó que en cuanto tuvieron en cautiverio al anciano empezaron con las negociaciones con los familiares a quienes solicitaron “una alta suma de dinero a cambio de su liberación”, aunque no especificó cifras. Al ver que las negociaciones no avanzaban los plagiarios comenzaron a amenazar con hacerle daño al secuestrado si no se accedía a pagar el dinero que estaban demandando.
Los secuestradores obtuvieron una cifra menor misma que fue entregada por los familiares, pero nunca se logró la liberación del detenido, aseguró.
Cabe señalar que durante la presentación de los detenidos, la nieta del jubilado estuvo llorando prácticamente sin atreverse a mirar a los reporteros y cámaras.
