Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 13 de julio de 2011.- Al vaticinar que el relevo de la dirigencia estatal que se realizará el próximo 24 del presente mes, puede estar muy competida, Miguel Alonso Raya, actual dirigente estatal del PRD, afirmó que unanimidad no necesariamente es unidad.
El dirigente perredista informó, en entrevista en la capital, que 160 consejeros estatales y la Comisión Nacional Electoral estarán a cargo del proceso de renovación de la dirigencia estatal, cuyos registros se cierran este viernes 15 de julio.
Miguel Alonso Raya comentó que la renovación directiva se adelantó (originalmente tendría que realizarse en noviembre), por “un elemental sentido de la política ante la cercanía de las elecciones del año entrante, ya que unanimidad no necesariamente significa unidad y la diversidad y las diferencias tampoco son signo de división; en todo caso son solo eso: diferencias”, acotó.
Asimismo, el dirigente estatal aseguró que el mismo día de la votación se dará a conocer el resultado “¿y quién va a quedar?, pues el que saque más votos; cada consejero pasa por lista a depositar su voto, no hay más”. De esta forma respondió a pregunta expresa sobre quién pesan las preferencias perredistas.
Por igual, se negó tajante a mencionar nombres sobre quién le sucederá en el cargo, bajo el argumento de que apenas este viernes 15 de julio se cierran los registros; sin embargo, los que se mencionan entre los mismos perredistas son Baltazar Zamudio, de Moroleón; Hugo Espefanía, de Cortazar y Pompeyo García Rosillo, actual secretario del Ayuntamiento en el municipio de Acámbaro.
Alonso Raya explicó que el principal reto para la nueva dirigencia perredista consistirá en establecer una estrategia electoral que permita a este pardido re-posicionarse entre la población y relanzar la imagen de un partido autocrítico que puede mejorar su actuación ante la población.
Con respecto a los logros alcanzados durante su gestión, mencionó que él llegó a la cabeza del PRD cuando apenas gobernaba un municipio, ahora son cogobierno en 6 y gobierno en uno; además se logró depurar el padrón de militantes de uno ficticio de 115 mil gentes, se tiene ahora uno de 32 mil perredistas, además de lograr fortalecer los equipos en los municipios y su presencia política ante la población, aunque señaló que la evaluación sobre su desempeño le tocará juzgarla a la militancia y la población.
