México es un Llano en llamas

Y un Páramo de tristeza

(De Guillermo Velázquez a Juan Rulfo)

Para Yolanda Ordaz de la Cruz, periodista del diario Notiver en Boca del Río, Veracruz, colega a quien no conocí…

El Centro Nacional de Comunicación Social (CENCOS), la Red Periodistas de a Pie, Centro de Información de la Mujer (CIMAC) y Prensa y Democracia (PRENDE) han lanzado una Alerta ante este crimen, y me permito reproducirla en los primeros párrafos que recibí por vía de CENCOS:

“La madrugada de este martes fue encontrado el cuerpo sin vida de la periodista Yolanda Ordaz de la Cruz, quien cubrió la fuente policíaca para el diario Notiver. Informes periodísticos señalan que la reportera llevaba 48 horas desaparecida antes de que su cuerpo fuera encontrado… fue madre de dos hijas y contaba con alrededor de 20 años de experiencia en el ejercicio de su profesión.

”La periodista fue vista por última vez el domingo 24 de julio cuando salió de su casa con dirección a su trabajo. Según versiones de los testigos, Ordaz fue secuestrada por un grupo de sujetos armados a bordo de una camioneta. Estos hechos fueron notificados de manera inmediata a las autoridades.

”Yolanda Ordaz es la tercera periodista asesinada del diario Notiver en menos de un mes y medio. El pasado 20 de junio fueron asesinados los periodistas Miguel Ángel López Velasco quien fuera jefe de Yolanda Ordaz y su hijo Miguel Ángel Solana, quien recientemente había incursionando profesionalmente en el periodismo.

”Durante el primer semestre del año Veracruz ha sido una de las entidades más riesgosas para la prensa. CENCOS ha documentado siete casos de agresiones graves incluyendo el asesinato del periodista de Noticias de Acayucan y La Verdad Noel López Olguín cuyo cuerpo fue encontrado en el Municipio de Chinameca al sur del estado el pasado 1 de junio”.

Yolanda estaba investigando los asesinatos de Milo Vela (así se firmaba Miguel Ángel López, prestigiado columnista) y de su hijo, sobre los cuales el gobierno veracruzano apuntaron a un delincuente como el presunto responsable, el cual ni siquiera ha sido detenido.

Y sin que hasta ahora se haya acercado un ápice la justicia para ninguno de estos periodistas.

Del año 2000 a la fecha, 82 periodistas asesinados, once en Veracruz.

Ni uno más. Ni una más.

Pretendía dedicar la columna de esta semana a la palabra de Guillermo Velázquez, voz de los Leones de la Sierra de Xichú, voz incómoda para el gobernador Juan Manuel Oliva… o a lo mejor para algunos de sus colaboradores cercanos, aquéllos que mal entienden la lealtad y encierran a sus jefes en burbujas o esferas de cristal —sobre todo cuando se acerca el fin del reinado—, y son capaces (anécdota absolutamente verídica y lo saben) de ir a pedir de favor al párroco que le diga al cronista que no vaya a rimar versos que incomoden al señor gobernador… que fue de oficio periodista antes que político.

¿Sí se acuerda?

Y entonces, mientras escribo, recibo la noticia del asesinato de la reportera de Veracruz, compañera a quien no conocí.

Sin mostrar una sola prueba que acompañara a sus palabras, el procurador de Veracruz salió a decir que fue un crimen cometido por la delincuencia organizada, con la que “algunos periodistas se relacionan de manera circunstancial”… pero que no se trató de un homicidio vinculado a la labor periodística de Yolanda.

Y tengo que soltar un rotundo ¡Carajo!

“México es un Llano en llamas

Y un Páramo de tristeza”.

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Verónica Espinosa es periodista. Ha desarrollado una importante trayectoria en medios impresos y electrónicos de la región desde hace ya varios lustros. Actualmente es corresponsal del semanario Proceso en el estado. Con más de una década de emisiones radiofónicas a sus espaldas, Candil de la Calle, prestigiada columna de opinión, análisis y crítica política ahora llega cada miércoles a través de igeteo.mx por escrito, para descubrir la desnudez de la política y la observación acerada sobre la cosa pública.