Ramírez Palomares, poeta de Guanajuato

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Jorge Olmos Fuentes

31 de julio de 2011

Retrato del joven poeta Juan Manuel Ramírez Palomares (Foto: Especial)

¿Qué razón habría para dedicarse un día a repasar la trayectoria de un poeta como Juan Manuel Ramírez Palomares? Más allá de las razones afectivas, entendidas como razones del corazón (que la razón no conoce), han de verse los méritos de un quehacer en la construcción de un ámbito que es hoy diverso y rico. El de la literatura en Guanajuato es, en efecto, ese ámbito que Ramírez Palomares ha contribuido a afincar, a difundir, a extender, pero sobre todo a mostrar como posibilidad expresiva a la cual vincularse, hacer de ella una elección de vida y asumirla como destino existencial. En este sentido, no puede negarse hoy que los poemas de este escritor nacido leonés gozan del gusto público y que su trabajo relacionado con la literatura ha alcanzado a no pocos guanajuatenses, de todos los sectores sociales e incluso segmentos de edad.

No es para menos. Ramírez Palomares tiene muchos años en la esfera literaria, y ha emprendido iniciativas cuya repercusión es necesario tomar en cuenta, como su dedicación a fomentar los encuentros de escritores, como su espíritu solidario con incontables proyectos editoriales y de otra índole, como su decidida inclinación por lo sensible. Esta última ha sido especialmente ejemplar, pues como pocos ha ido hasta las últimas consecuencias en su convicción poética. En ese sentido, la suya es una obra que muchos valoran por auténtica, porque no echa mano de artilugios rimbombantes, hecha con la materia que se halla bien pegada al hueso.

Al respecto, no le falta razón al poeta Jesús Rosales quien a propósito del autor de Hábitos de humano comentó (en la presentación del libro Saltimbanquis) “sus motivos de escritura son demasiado humanos: el poeta escucha el silencio, lo hace suyo, lo envuelve, lo transforma en motivo y como tiene otro espejo que el de la memoria, inscribe, deposita en la hoja una mujer, el sueño, la noche, los ecos, los muros y una promesa no cumplida”.

Sólo por eso, bien vale la pena realizar un recuento de la actividad literaria de Ramírez Palomares, el cual se ha compuesto en este caso con información recogida aquí y allá, en breves notas de presentación en revistas, en textos de antologías, en todos los materiales cuantos fue posible conseguir aquí cerca, a tiro de piedra. Este comentario tiene su razón de ser en el hecho de que, como hicieron casi todos sus coetáneos, Juan Manuel ha concebido y madurado, difundido y dado a la estampa, prácticamente toda su obra, fronteras adentro en Guanajuato. Esto significa que decidió confiar en la sensibilidad guanajuatense para mantener la vigencia de su quehacer poético, para enderezar los frutos de su consagración, y aun para conformarlo.

Presentación del libro "Mezcal" en el Museo del Pueblo de Guanajuato en 2010

Hablemos pues de Juan Manuel Ramírez Palomares, quien nació en 1957 en León, si bien radicado alternativamente en varias otras ciudades, especialmente Celaya, San Miguel de Allende y Guanajuato. Estudió Letras Españolas en la Universidad de Guanajuato, y se sabe que ha desempeñado la docencia, la promoción cultural, y la animación literaria en múltiples niveles y diversos enfoques. También ha frecuentado la colaboración periodística (fruto de la cual es su libro Aldebarán) y ha formado parte como jurado de certámenes literarios del estado y de varios municipios guanajuatenses.

Aunque no es conducta frecuente en él, obtuvo el primer lugar en el Concurso de poesía “Poeta Rafael López, convocado por la Universidad de Guanajuato en 1979, y en el “Primer Concurso Interuniversitario de Poesía” (Universidad de Guanajuato, 1985).  Participó en los talleres literarios de Ignacio Betancourt, Armando Adame, David Huerta y Vicente Quirarte.

Participó en el V Encuentro Nacional de Jóvenes Escritores, realizado en Zacatecas; en los encuentros de talleres literarios organizados por la Universidad de Guanajuato en 1986 y por el CREA en 1988. Él mismo organizó varias ediciones del Encuentro de Escritores de Guanajuato, los primeros de los cuales tuvieron lugar en Celaya, acogidos por el entonces Instituto Celayense, la Casa de la Cultura, la Casa del Diezmo y aun de la oficina de literatura de la Dirección de Cultura de la Secretaría de Educación, Cultura y Recreación.

Presidió en algún momento la Asociación de Escritores de Guanajuato, dirigió el Taller Literario del ISSSTE de 1985 a 1988 en Celaya, ha sido becario del INBA en el género poesía (1984-1985) y becario del FONCA en Guanajuato. Sus datos hasta 2002 están registrados en el Diccionario bibliográfico de escritores de México, de la Coordinación Nacional de Literatura y el Instituto Nacional de Bellas Artes.

Figura en la Antología de poetas celayenses (INBA, 1976). Participó en el libro de poesía Asuntos de la lluvia, volumen 1 de la Colección Piedra de Fundación, editado por UNAM-INBA-ISSSTE en 1986. El libro incluye también a Demetrio Vázquez Apolinar y a Benjamín Valdivia.

Junto con el poeta Eugenio Mancera, publicó El cuerpo a la luz (Normal Superior de Celaya, 1987). Asimismo formó parte del libro Casa en interiores. Poetas jóvenes de Guanajuato, con el poemario “Temporada de sombra” (Gobierno del estado de Guanajuato, Autores de Guanajuato, 1989). En dicho volumen tuvieron cabida Graciela Guzmán, Gerardo Sánchez, Eugenio Mancera, Fernando Robles Fematt, Víctor Hugo Becerra, Gabriel Márquez de Anda y Demetrio Vázquez Apolinar.

Portadas de algunos de los libros de Ramírez Palomares

Se le incluye en el libro La tentación de Orfeo. Antología poética, editada por Eugenio Mancera (Ediciones La Rana, Autores de Guanajuato, 2001). De igual forma ha publicado en diarios y revistas de circulación regional, como Pretextos, La Cultura de las Casas, Casa abierta Oro de Hoja, Tertulia, Expresso, Cuestiones culturales, entre muchas otras.

Digamos por último que es uno de los escritores que Benjamín Valdivia denomina “Poetas al siglo XXI” (en su libro El camino del fuego, Gobierno del Estado de Guanajuato, 2011), cuya obra tenemos la fortuna de poder frecuentar.

Bibliografía localizada

La pesadumbre el olor de la fruta, Gobierno del Estado de Guanajuato (Autores de Guanajuato), Guanajuato, México, 1988.

Aire en vendaval, Gobierno del Estado de Guanajuato (Autores de Guanajuato), Guanajuato, México, 1991.

Hábitos de humano, Gobierno del Estado de Guanajuato (Autores de Guanajuato), Guanajuato, México, 1995, 222 pp.

Saltimbanquis, Con ilustraciones de Ignacio Maldonado, Universidad de Guanajuato, Guanajuato, México, 1997, 32 pp.

Historia del día, Dirección Municipal de Cultura  (Poesía), Guanajuato, México, 2002, 32 pp.

12 poemas de amor, Dirección Municipal de Cultura (Poesía), Guanajuato, México, 2004, 24 pp.

Aldebarán, Gobierno del Estado de Guanajuato (Autores de Guanajuato), Guanajuato, México, 2004, 90 pp.

Estampas, Universidad de Guanajuato (ex libris, Poesía), Guanajuato, México, 2006, 40 pp.

Azogue, Azafrán y Cinabrio, Guanajuato, México, 2010, 32 pp.