Despedida enlazadora

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(Mensaje dirigido a los asistentes al simulacro de mis exequias)

HORIZONTERIO

Paloma Robles Lacayo

27 de octubre de 2011

Gracias a todos por venir. Era muy necesaria su presencia.

Mi cumpleaños, a todos, convoca. Puede ser renacimiento, o partida. La vista, con su orientación, decide. El aniversario es una cumbre que se alza, para acotar el compás del riguroso pentagrama del tiempo, en el que, por improvisación, se compone la vida. Es una atalaya desde la que se mira la eternidad, puesto que, por su altura, ofrece amplitud y serenidad. Tiene dos cadenas de peldaños. Por la ascendente, que es renuncia de la realidad y por lo tanto, vacío, ausencia, se le conquista. En efecto, salirse del plano y descubrir el espacio. La descendiente es una reconciliación. Una fusión del universo nuevo con el mundo conocido. Desgarrador, desconcertante, pero también veloz, sanador y concluyente. Y con suerte, el compositor consigue romper una secuencia, tan meritorio como partir una galaxia, inserta un volcán, y retoma, renovado, la construcción de su partitura. Es importante aclarar que, ya fuera tan natural como el primero, o tan osado como el segundo, de ninguna de estas dos cimas se regresa intacto. La experiencia de la elevación transforma, agranda el espíritu, hace florecer las emociones sembradas y depura los sentimientos. Subir es una aventura vivificante, es salir al encuentro de la máxima pureza de sí. He aquí la explicación de la duda. Por supuesto, siempre existe la posibilidad de rodear el otero, acompañada de la certeza de que, una vez evadido, no se podrá regresar a él, aunque ayude el consuelo de saber que tal vez haya algún siguiente al cual aguardar, con el correspondiente dilema al cual temer.

Es evidente. Las palabras enunciadas forman un entramado de vida y de muerte que acuna al hombre quien, finalmente, le da, o no, relieve a la superficie que lo enmarca. Por ello, mi recomendación es vivir en las alturas. Tal vez, la cúspide es un pozo invertido por el que se accede a la intimidad. Escalar la primera será llegar a la segunda. Ahí se encuentra la paz, o al menos, la esperanza de hallarla, o los arrestos para buscarla. Y como tal es mi preferencia, los he traído aquí. Quiero que la cercanía de hoy nos transforme. Que sólo seamos intimidad, para que podamos vernos en el otro que nos encara. Pueden considerarlo mi último deseo, hallarme en la profundidad de ustedes, exhibir y legarles la mía. Conocer por su palabra a la que ha sido, porque no podría aspirar a mayor trascendencia. Y si no hubiera coincidencias ni puentes, si nada de mí pudiera quedarse entre ustedes, entonces nunca lo estuvo. Muchas preguntas me tienen aquí, apostada ante seres que me han alumbrado con su infinito resplandor, gigantes, titanes, artesanos excelentes que también han creado la obra que soy. Mi agradecimiento se asoma ahora con el rostro de consulta pública sobre la muestra de mi interior, y pregunto si alguno se reflejó.

Sólo me despediré con plegarias. Ojalá que merezca la plenitud de su respuesta. Ojalá que haya significado para ustedes, que se hayan descubierto en mí. Y ojalá que, si mi expedición no ha culminado, nunca más abandonemos la hondura, y en ella nos enlacemos para siempre.

Mis solemnes amor y gratitud.

Paloma

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Paloma Robles Lacayo se define como La mujer del tiempo, La duquesa del Beso, Un imperio de mujeres junto al mar, Alguien indefinible. Contacto en: fuegoeingenio@yahoo.com.mx.