Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 17 de octubre de 2011.- Nicéforo Guerrero Reynoso, presidente municipal de Guanajuato, afirmó que más que buscar un escaño en el Congreso de la Unión, buscaría alguna secretaría federal o bien la candidatura a la gubernatura del estado, la que consideró su principal prioridad.
El alcalde desmintió, en entrevista, las versiones de que dejaría el cargo en diciembre próximo, pero subrayó que posteriormente, si se dan las condiciones, buscaría ser el abanderado tricolor a la gubernatura del estado. “Mi interés es seguir trabajando por Guanajuato”, señaló, al tiempo de presumir su cercanía tanto con Humberto Moreira en la dirigencia nacional, y con José Luis González Uribe, en la estatal del PRI, con quienes sostiene una relación personal, de años, según dijo.
Igualmente manifestó que lleva una relación muy estrecha con uno de los aspirantes a la candidatura a la presidencia de la República, y aunque no dijo el nombre se presume que es con Enrique Peña Nieto. En este sentido señaló que eso le permite jugar con muchas alternativas incluyendo alguna posición en la administración federal.
Guerrero Reynoso expresó que si no se ve beneficiado con la nominación, él apoyará al candidato que decidan los represente en la próxima jornada electoral, para buscar recuperar el poder en la entidad. “Las cosas se darán en su momento, se evaluará la necesidad; pero insisto en que el PRI podrá recuperar Guanajuato en el 2012, en la medida en que todos los priístas vayan unidos. Si hay discordia o rupturas, eso generará pérdida en el electorado guanajuatense”, enfatizó.
Asimismo aseguró que podría hacer una labor importante como candidato al gobierno, “recuperar para el PRI, Guanajuato; y sobre todo tengo la convicción de que así como en su momento la alternancia fue positiva para el PAN, en este momento es indispensable la alternancia en el caso del ejecutivo del estado, porque se abren nuevas expectativas y habría cambios propositivos importantes en beneficio de la ciudadanía”, precisó.
Comentó que se debe establecer un equilibrio en el Congreso para que haya un equilibrio democrático y no la presencia de un partido “aplanadora”.
