Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 18 de octubre de 2011.- El presidente de Guanajuato capital, Nicéforo Guerrero Reynoso, aseguró que la sede del Festival Internacional Cervantino se quiere quitar el mote de la cantina más grande de México y lo está logrando con la aplicación del programa alcoholímetro y mano dura contra los consumidores de bebidas embriagantes en la vía pública.
El alcalde afirmó, entrevistado en el Jardín de la Unión, que el operativo anti alcohol funcionó muy bien y redujo la incidencia de faltas administrativas en la vía pública, ya que la gente, si quiere tomarse un trago, lo hace en los lugares adecuados como son los bares o los restaurantes. “El control el fin de semana funcionó muy bien; es la mejor forma de inhibir el desorden en la ciudad; la ciudad no es una cantina, la ciudad es un festival artístico”, enfatizó el presidente.
En ese sentido reconoció que regularmente durante los días de la llamada Fiesta del Espíritu, el mayor número de faltas administrativas las cometen los capitalinos, y no los turistas o visitantes. Esto es así argumentó porque “son más fiesteros los guanajuatenses, porque aprovechan para divertirse”.
“El operativo Alcoholímetro funcionó y evitó muchos conflictos, lo que me parece muy acertado y vamos a seguir aplicándolo y seguiremos con las detenciones de gente que esté bebiendo en la vía pública, que si bien fueron bastantes, en ningún caso hubo riñas y si llegaron a feliz término fue porque la gente empezó a entender que no puede beber en la calle”, precisó el alcalde.
Asimismo Guerrero Reynoso señaló que una de las cosas a destacar es que el turismo que visitó la ciudad en estos días “subió de calidad y de mayor capacidad económica, ya que el cálculo anterior en consumos diarios se estimaba en 900 pesos y en esta ocasión el consumo diario por turista supero los mil 300 presos”.
Por último, destacó otro de los elementos que beneficiará a los prestadores de servicio, y a la capital misma, derivado del hecho de que más gente se quedó en hoteles de la capital.
