Nos quedamos sin protección

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EXPEDIENTE ECOLÓGICO

Jacinto Jaramillo Rocha

29 de octubre de 2011

Magnitud del agujero en la capa de ozono (Foto: Especial)

De acuerdo con las últimas lecturas obtenidas por diferentes organismos internacionales en relación a la capa de ozono se presentan datos preocupantes y nada tranquilizadores. Con relación a la temprana aparición de uno de los llamados agujeros de la capa de ozono, que ahora se multiplican, se hacen más grandes y de un mayor espesor, debemos recordar que cuando en el hemisferio sur es primavera, en el norte es otoño y precisamente en estas fechas se inician los efectos e incrementan sus efectos nocivos sobre todo ser vivo en el planeta.

Hoy en día este daño en la capa gaseosa que envuelve a la tierra no solo es exclusivo del hemisferio sur, ahora los efectos se resienten aún en el hemisferio norte que es la región que habitamos lo mexicanos. Vale la pena mencionar que una de las afectaciones íntimamente relacionadas a la disminución en la capa de ozono es una mayor elevación en la temperatura del agua superficial dentro de aguas territoriales Australianas y gradualmente en aguas de una profundidad media, dentro de la misma región.

Hoy se argumenta que esto ocurre casi en todos los años desde tiempos muy remotos y que ahora estas anomalías se satanizan como si fuera algo nuevo. La verdad es que nueva afectación o no, tiene importantes repercusiones para la vida en el hemisferio sur y posteriormente en el hemisferio norte. Debemos recordar que ante un incremento notable en la población, estos temas se vuelven o consideran importantes ante los daños que provoca en la piel y que repercuten en otras anomalías que afectan nuestro sufrido planeta, como es el fenómeno del Niño cada vez de mayor intensidad, el cual se nutre entre otros factores del aumento en las temperaturas oceánicas.

Hoy varios países han eliminado la emisión de los clorofluorocarbonos al medio ambiente y aún cuando su vigencia es de una vida bastante amplia lo que sin duda seguirá repercutiendo en el debilitamiento de uno de los escudos de la Tierra, permitiendo el paso de diversos tipos de energía entre ellas las que ocasionan un aumento notable en el cáncer de piel y cataratas oculares.