Benjamín Pacheco López
Guanajuato, Gto. 19 de octubre de 2011.- La grandeza sonora del océano, llena de tempestades y matices delicados, fue recreada por medio del redoble de tambores y la precisión de las artes marciales de la compañía U-Theatre, con motivo de su presentación en la edición 39 del Festival Internacional Cervantino (FIC).
El conjunto, a cargo de las direcciones artística de Liu Ruo-Yu, y musical de Huang Chih-Chuh, hizo retumbar la arquitectura del Auditorio del Estado con una muestra diversa de las culturas de Oriente y Occidente.
De esta forma, el espectáculo Sound of the Ocean (sonido del océano) resulta una combinación de artes marciales como el tai chi, percusiones y teatro de vanguardia, por lo que ha sido llamada por los expertos como una “filosofía en movimiento”.
La presentación destaca por la dificultad para alcanzar la sencillez, reflejada en movimientos elegantes y de gran exactitud, aspectos que han sido definidos por Tim Yip, diseñador de vestuario, como una “energía que proviene de la montaña”, pero tanto las actuaciones como la meditación son una “expresión propia” de los artistas.
Lo anterior se aprecia desde el inicio: en forma serena, los bailarines y músicos llegan al escenario, toman sus lugares y buscan que los espectadores fluyan también en la calma y el silencio.
Una vez logrado el estado ideal, atacan los tambores con una intensidad que irá subiendo y será armonizada con luces que recuerdan la claridad del alba; posteriormente incorporarán instrumentos de cuerda pulsados y los imponentes discos metálicos conocidos como “gong”.
De esta forma, el público será transportado a estampas musicales que recuerdan el sonido de la lluvia o la tempestad del océano, al tiempo que aprecian movimientos escénicos delicados y otros cargados de una marcada fuerza corporal.
La cresta del espectáculo recaerá en la voz de un cantante, quien desde una orilla del escenario dominará todos los espacios con una voz disciplinada que tocará a los espectadores más exigentes.
De manera general, la obra de U-Theatre está inspirada en el golpe de campanas gigantescas de un templo, además de que sus integrantes consideran que no se trata de un drama narrativo, sino una expresión abstracta del concepto de “agua”.
La intención es que el espectador descarte las palabras para entender “el flujo del agua”, mismo que representa el “correr de la vida”, y se concentre en sentir la obra, en cada golpe de tambor y gong, así como de melodías y cantos épicos como pueden llegar a ser los sonidos del océano.
