Se “deshielan” con Close-Act Theatre

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Benjamín Pacheco López

Guanajuato, Gto. 23 de octubre de 2011.- El escenario de Los Pastitos se convirtió en un enorme mundo acuático en el que convivieron sirenas, cazadores y bestias submarinas en un mundo asolado por el calentamiento y el deshielo, gracias a la magia teatral del espectáculo Pi-Leau.

Close Acte-Theatre en Los Pastitos (Foto: Especial FIC)

La compañía Close-Act Theatre, de los Países Bajos y dirigida por Hesther Melief y Tony Aerts, aprovecharon la versatilidad de dicho foro para ofrecer música, danza y teatro callejero con el eje temático Los dones de la naturaleza de la edición 39 del Festival Internacional Cervantino (FIC).

De  esta manera, alrededor de 20 actores y bailarines contaron una historia centrada en el problema del deshielo del planeta, la desaparición de los icebergs y el aumento en el nivel del mar, así como el consecuente caos en el que estará envuelta la humanidad para tratar de sobrevivir.

Al ser un relato desarrollado en el mar y sus profundidades, los cientos de asistentes se convirtieron en una “marea humana”, al esquivar constantemente —sorprendidos y alegres— los vehículos que llevaron a los actores por distintas partes de un empedrado iluminado por reflectores y que retumbó de manera constante debido a la melodía dominante de los tambores.

Pi-Leau narra la aventura de un pescador en búsqueda de alimento, su encuentro con las sirenas (¿delirio tal vez por la falta de alimento?) y la batalla para mantener a raya a sus antagonistas: un grupo de cazadores que no vacilarán en dejarlo a la deriva y molestarlo constantemente.

A pesar de esto, el héroe decidirá descender a las profundidades para sobrevivir; ahí, será acosado por bestias submarinas y perseguido nuevamente, a pesar de que las sirenas intentan ayudarlo.

Al estilo de las presentaciones de teatro de calle, para el público fue memorable la entrada de los villanos del cuento, pues los actores marchaban en zancos y simulaban conducir motos acuáticas, al tiempo que sus asistentes alumbraban el paso con luces rojas de bengala.

Durante el transcurso de la acción, también destacaron las canciones y la música en vivo, mismos que ayudaron a remarcar las persecuciones, las peleas y la entrada triunfal de una enorme bestia en pos del pescador.

Pi-Leau, a pesar de la distracción que genera, es una historia triste: el héroe finalmente es capturado y la reina de las sirenas no puede ayudarlo, por lo que él muere en el fondo del mar.

Dicha escena es el clímax de la obra, pues se aprecia un diálogo cantado entre los personajes, marcado por la desolación y la falta de esperanza, donde se cumple la advertencia de  Close-Act Theatre: los males que surgen por dañar el planeta y la consecuente desaparición del ser humano.