Viajes imaginarios: fotografías de Antonio Galindo

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Jorge Olmos Fuentes

21 de octubre de 2011

Fotografía de la exposición "Viajes Imaginarios" de Antonio GalindoCasi al tiempo de comenzar el Festival Internacional Cervantino, en el Museo Iconográfico del Quijote se inauguró la exposición Viajes imaginarios. Fotografías de Antonio Galindo, que igualmente puede verse como parte de la Fiesta del Espíritu, con la diferencia de que permanecerá abierta hasta diciembre.

La de Galindo es una colección de imágenes de muy alta calidad visual, en cuyas piezas puede percibirse, más allá de la apariencia de realidad de su contenido, el resultado de una prolongada indagación plástica. Son todas imágenes digitales sometidas a tratamiento posterior en la computadora, cuyo pretexto menos importante es presentar vistas sobre Guanajuato. Lo que seduce en verdad la mirada es la atención puesta en aspectos como la textura, la tactilidad de la imagen, la conquista de la nitidez, la composición de los elementos registrados, el asombro de la realidad misma como se presenta, la profundidad del campo aprehendido, las tonalidades recuperadas, la quietud, el silencio, aun la sencillez tan rica de lo natural así como se presenta.

Esta línea del trabajo de Galindo, que incluye procedimiento digital con acabado en el papel algodón, completa, enriquece, sintetiza y proyecta otros procedimientos fotográficos del mismo creador, unos más tradicionales, otros divergentes, en cuanto a concreción en fotografía. En este caso, a decir del propio fotógrafo, cada toma original —acopiada en jornadas a pie por senderos que están más allá de la comodidad de las carreteras— está en el fondo de las imágenes que uno como espectador mira; sobre aquélla pues se fue construyendo la última en capas, a través de la digitalización que le permite marcar modificaciones, nuevos registros, intensidades imprevistas.

Antonio Galindo, fotógrafo, en la inauguración de su exposición (Foto: Especial)

Sin participar de la idea del realismo en fotografía, aunque determinado a mantenerse dentro de la credibilidad, para Antonio Galindo esta exposición, cuya amplitud es mayor de lo que se presenta en el MIQ, es búsqueda del interior, un recorrido a través de emociones, de sensaciones. “Sí son paisajes”, aclara el propio fotógrafo, “pero la idea es que los paisajes sirvan para mover tus recorridos internos. Por eso son viajes imaginarios y por eso son diferentes tipos de tierras”. De ahí entonces que quiera “estirar el realismo hasta el límite de decir ‘sí lo he visto en algún lado’”, pero que su propósito esencial sea el uso de las posibilidades del lenguaje gráfico, desde el punto hasta la tridimensionalidad y aun el movimiento, siempre sobre el plano bidimensional de la fotografía.

Viajes imaginarios. Fotografías de Antonio Galindo es una exposición caracterizada por una categórica terrenalidad, que se agradece profundamente, cuyos vuelos se mantienen a ras del piso, en contacto con la naturaleza y los efectos del tiempo, anclados en el asombro ante lo que se presencia y las posibilidades de contemplación poética y ejecución técnica en desarrollo creciente. A la vez, la exposición confirma a Antonio Galindo como un fotógrafo de inquietudes claras, entre los artistas plásticos entre nosotros, y de los mejor afincados en su búsqueda y realización del arte.