Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 14 de diciembre de 2011.- Ubicada en la Plaza de la Paz, en pleno Centro Histórico de Guanajuato capital, la Casona del Conde Rul ha recibido la visita de importantes diplomáticos de varios países y artistas de talla internacional mexicanos y extranjeros, que han desfilado por sus interiores, ofreciendo ruedas de prensa a los medios de comunicación, que reúne año con año, el Festival Internacional Cervantino (FIC).
Por ejemplo, en la última edición del FIC, su pequeña capilla interior sirvió de marco para que el célebre compositor y cantante Armando Manzanero, se presentara ante los reporteros culturales , mientras que el patio del inmueble albergó al roquero Miguel Ríos, para anunciar su despedida de los escenarios del mundo.
Este mismo inmueble, administrado actualmente por el Gobierno del Estado, y cuyas alcobas alojaron al barón Von Humboldt, en 1803, podría convertirse en un foco de atención mundial si se consuma el año entrante el encuentro entre el Papa Benedicto XVI y el presidente Felipe Calderón.
Es este el único edificio que hay en la ciudad de Guanajuato, con el escudo nobiliario de la familia del Conde Rul, cuya construcción se le atribuye al arquitecto celayense Francisco Eduardo Tresguerras, “aún cuando se ordenó que fueran tallados todos los escudos nobiliarios para acabar con la idea retrógrada, de que vivíamos entre gente noble y plebeya”, señala el presidente del Colegio de Historiadores de Guanajuato, José Luis Lara Valdés.
El inmueble que pertenece a la misma época de la arquitectura moderna que se impuso por orden del Rey, para sustituir el gusto por la arquitectura barroca, y hoy se le conoce como el estilo neoclásico, edificada a finales del siglo XVIII y principios del XIX, añade el historiador. “Se trata de una casa familiar con su propia capilla, que ya por los usos posteriores que ha tenido, han invadido los espacios y los han modificado”, puntualizó.
“Es una casa condal, nobiliaria, que con la guerra de independencia al perderse todo el caudal y la riqueza de las familias de la época, fue abandonada al igual que otras; fue sede de tribunales colegiados de circuito del Poder Judicial de la Federación, a partir de lo cual se prohibió la entrada al público, que antes tenía libre acceso”, agregó.
Con ser un inmueble registrado en el catálogo de Monumentos Nacionales, del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH), en los últimos años ha funcionado como la sala de prensa de los Festivales Internacionales Cervantinos, concluyó el historiador.
