Expediente Ecológico

Clima extremo: un implacable asesino

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En verdad qué frágiles e indefensos somos los seres humanos ante los cambios de un clima, el cual es cada vez es más extremo y hoy tenemos que lamentar varias muertes asociadas a los últimos frentes fríos que se desprenden desde la región más al norte de nuestro continente.

Nunca como ahora se hace necesario un compromiso con el medio ambiente y sobre todo en lo que nos toca dentro del entorno cercano, ahora se deben tomar una serie de variables dentro del ámbito meteorológico que antes no eran precisamente algo que se considerara como vital dentro de los análisis, ya sea por ignorar algunas de ellas o bien por no evaluarlas como importantes en las afectaciones o alteraciones del medio ambiente local.

Actualmente se observa como algo muy necesario el tener información de los grandes sistemas atmosféricos temporales o bien de alteraciones normales dentro de cada región. Como ejemplo hoy se puede citar un muy fuerte frente frío que nace desde regiones polares (frente número 30) y afecta al norte del continente y paulatinamente a regiones de latitudes medias y esto ocurre no solo en América también pasa en Europa y Asia.

Si se hacen algunos balances de nuestro actuar con el medio ambiente local, hoy seguramente reprobamos sin duda alguna, y como siempre existiendo algunas honrosas excepciones, que lamentablemente son las menos. Si bien es cierto en varias ocasiones poco podemos hacer para rehacer lo que generaciones pasadas dañaron de una forma por demás irresponsable.

No cabe duda que el destino sí alcanza y cada vez, más de una vez, tenemos que vivir con el Jesús en la boca siempre esperando las represalias de un planeta muy herido y dañado. Hoy es el frío y solo en unas cuantas semanas más estaremos hablando de fuertes oleadas de un calor que lamentablemente serán un regulador en el crecimiento poblacional que cada vez será de un número mayor. No olvide que hoy podemos aún hacer algo por lo tanto no eche en saco roto estas breves líneas.

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Nativo de Guanajuato, se inició en la meteorología a la edad de 17 años con Luis Miguel Campos Castillo. Trabajó con el Ing. Miguel Izaguirre Mendoza responsable de la meteorologia, sismologia y astronomía de la UG. Fue jefe del observatorio ante la ahora desaparecida SARH. Su formación la adquirió con el Servicio Meteorológico Nacional y dentro del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua con sede en el estado de Morelos. Ingresó a la CONAGUA en 1991 y hasta el 2007 como instructor y jefe del Observatorio Meteorológico de Guanajuato. Forma parte del personal de la UG desde 1982.