Literaria

Hollywood en la década de los noventa

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Steven Spielberg (Foto: Especial)

El cine estadounidense de los años noventa está directamente ligado al desarrollo industrial y económico de una nación. Naturalmente la cinematografía, en su papel de séptimo arte, recrea y echa mano de los recursos que están a su alcance, por ejemplo distintas variantes sociales que quizá tuvieron mucho que ver con el desarrollo de cine en la década de los noventa.

Si comenzamos tomando en cuenta que a partir de los noventa se distingue la posmodernidad, además de que la tecnología empieza a dar luces de los avances conocidos hoy día; nos enfrentamos a un cine que intenta plasmar una realidad en constante cambio, un presente que no se sabe cuánto va a durar, cuyas exigencias son cada vez mayores y un futuro incierto, que ofrece posibilidades infinitas en cuanto a tecnología se refiere.

Otro factor determinante para el desarrollo del cine en los años noventa fue indiscutiblemente el desarrollo económico de los Estados Unidos, lo que les permitió a los productores solventar proyectos cinematográficos sin titubeos respecto al presupuesto.

Sirviéndose de estos avances tecnológicos, sumados al jugoso desarrollo económico, los directores se atrevieron a proyectar sus sueños en una pantalla, sueños que gracias al trabajo de la publicidad tuvieron un gran éxito en taquilla, colocando al cine estadounidense como uno de los más populares entre el público en el mundo.

Intentar hablar de una temática recurrente entre los cineastas de la década de los noventa es prácticamente imposible, ya que cada año de ésta la producción de películas en Hollywood fue muy numerosa, sin embargo el drama y la ciencia ficción lograron colocarse entre los géneros predilectos de los espectadores.

Esto debido a las sorprendentes recreaciones que realizaron directores como Steven Spilberg, con Parque Jurásico (1993, con una continuación en 1996) y La lista de Schindler (1993); además de James Cameron quien con la famosa película Titanic, que fue laureada con once premios Oscar en 1998 logró recabar 308,2 millones de dólares en EE.UU.

Sin duda, la década de los noventa fue de sobra benéfica para el cine estadounidense, porque, además de producir películas que hasta el día de hoy siguen siendo un ícono de la cinematografía comercial, se ha convertido en uno de los principales países productores de este tipo de entretenimiento.

Siguiendo a este paso, no cabe duda de que Hollywood seguirá despuntando entre los sectores productores de cine comercial, proyectándonos múltiple posibilidades de entretenimiento en una pantalla.