Es desgracia habitual en los ineptos la de engañarse al elegir profesión, al elegir amigos y al elegir casa.

Baltasar Gracián

La convocatoria, la invitación, están hechas.

Este sábado 12 de mayo, a las 12:00 del mediodía en la Plaza de la Paz, ciudadanos y periodistas nos reuniremos en memoria de nuestros colegas asesinados en los últimos años. En memoria de Regina Martínez, amiga y compañera, corresponsal de Proceso en Veracruz, asesinada el 28 de abril en esa entidad de muerte para el periodismo hoy en día, el más peligroso del país y uno de los más peligrosos del mundo, según las organizaciones internacionales.

Porque no se puede matar la verdad matando a los periodistas, porque No pueden silenciarnos a todos, estaremos en la Plaza de la Paz.

Punto y aparte.

La vivienda de una amiga muy querida que vive en el Paseo de la Presa ha sido “visitada” en más de un par de ocasiones por los amigos de lo ajeno. La delincuencia ha desatado una cadena de robos domiciliarios en esos rumbos, y hasta el callejón de San Juan de Dios y la avenida Guanajuato, sobre la Panorámica entre Pozuelos y estos rumbos de la zona antigua de la capital.

Hace no muchos meses, otra querida amiga sufría los embates de la delincuencia en su negocio, también sobre el Paseo de la Presa. Otras víctimas alzaron la voz y buscaron organizarse para hacer una cadena de alertas ante la impunidad, porque los reportes a la Dirección de Seguridad Pública Municipal daban como resultado tardías, muy tardías respuestas.

Si es que llegaba algún elemento de la corporación, era a toro pasado, a ver “qué pasó”.

Ignoro si la situación ha cambiado (en lo que respecta a las autoridades). Sólo sé que no ha variado mucho en cuanto al pillaje que ha caído sobre varios domicilios del Paseo de la Presa  a la Avenida Guanajuato.

Mi amiga acudió ante las autoridades a presentar la denuncia correspondiente en cuando los delincuentes ingresaron nuevamente a su hogar, ahora convertido en su propia prisión, con rejas por todos lados.

En la agencia del Ministerio Público le informaron que, a partir de la Semana Santa —época vacacional— y hasta hace un mes más o menos, contaban ya con 27 denuncias por robo domiciliario, en el tramo entre el callejón de San Juan de Dios y el bulevard Guanajuato.

Esto podría significar que la cifra de robos por lo menos sería del doble, en un periodo menor a dos meses, sólo en un rumbo de la ciudad.

Las cuentas les podrán fallar a quienes llevan las estadísticas. Los números podrán ser maquillados para efecto de suplir ineptitud, negligencia, carencias en tiempos electorales.

Pero mi amiga ya no tiene paz. Ahora vive entre rejas.

La articulación de una estrategia efectiva de prevención del delito, principalmente del delito común, sigue siendo una de las tareas que nos deben todos los niveles de autoridad en esta ciudad, en este estado, en este país.

En su lugar, abunda la demagogia de campaña que termina en el olvido del poder.

Casi siempre.

*

Verónica Espinosa es periodista. Ha desarrollado una importante trayectoria en medios impresos y electrónicos de la región desde hace ya varios lustros. Actualmente es corresponsal del semanario Proceso en el estado. Con más de una década de emisiones radiofónicas a sus espaldas, Candil de la Calle, prestigiada columna de opinión, análisis y crítica política ahora llega cada miércoles a través de igeteo.mx por escrito, para descubrir la desnudez de la política y la observación acerada sobre la cosa pública.