Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 13 de mayo de 2012.- Porque las autoridades estatales han permitido que vehículos pirata ofrezcan el servicio en un hotel de la zona, alrededor de 50 taxistas de la capital se manifestaron en la glorieta Santa Fe.
Héctor Manuel Zamora Olea, representante de la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos (CROC) en el estado y presidente estatal de la Comisión de Taxistas Organizados, advirtió que a la fecha ya se han dado algunos roces con los taxistas piratas, y advirtió que si no se pone un alto podrían acabar en actos de violencia.
En las inmediaciones de la glorieta ubicada a medio kilómetro de la caseta de cobro en la entrada principal de la ciudad, el manifestante indicó que están en contra de la tolerancia por parte del gobierno “para que operen carros piratas, que son vehículos particulares que están prestando un servicio irregular en un hotel” de la zona.
Zamora Olea dijo que ellos están por que impere el Estado de Derecho y “que explote el servicio quien tiene una concesión regular y que se dé un servicio como debe ser”. También informó que al inicio empezaron solo dos vehículos a prestar el servicio de transporte de alquiler, pero a la fecha ya van 8 y “no sabemos hasta dónde piensan llegar o si lo van a hacer en otros puntos de la ciudad”.
El representante de la CROC expuso que el motivo de la protesta es “que se acabe con el pirataje”, porque ya en otras ocasiones se han presentado este tipo de situaciones “y nadie desea que se vuelvan a repetir”, aseveró.
Comentó asimismo que confía “en que la Dirección de Tránsito y Transporte del Estado, la Secretaría de Gobierno y el propio gobernador, tomen cartas en el asunto y esto se solucione y no se deje crecer”. Y aun aseguró que a pesar de que ellos ya reportaron a las autoridades correspondientes esta situación, tienen entendido que los vehículos han seguido trabajando, y desconocen bajo el amparo de quién o la bendición de quién siguen prestando el servicio”.
Según el reporte que ellos tienen, indicó por último, se trata de vehículos blancos con placas particulares, que ofrecen el servicio a los clientes para moverlos a diversos destinos, causando pérdidas a los taxis regulares en una competencia desleal.
