Candil de la Calle

Un Ejército en Guanajuato

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Las malas leyes son la peor especie de tiranía.

Edmund Burke

Presencia del Ejército federal en Guanajuato

El Cerro de los Leones es una tierra sin ley. Abundan los recibimientos a pedradas a policías preventivos, personas no deseadas, bandas enemigas y, últimamente, a los enviados de los candidatos a los distintos puestos de elección popular, a quienes se les ha hecho saber que tampoco son bienvenidos. Pero no por todos los vecinos de la colonia. Sólo por algunos que han adquirido el poder por medio de la fuerza.

A la tres, cuatro o cinco de la tarde, sobre la carretera Panorámica, en territorio del Cerro de los Leones, jovencitas con los uniformes de la Secundaria Benito Juárez o de la Federal son “iniciadas” por un grupo de muchachitos que no les llevan muchos años de diferencia, en la inhalación de solventes. Los diestros jóvenes les muestran cuáles son las maniobras, y en un lapso de tiempo las adolescentes se quedan ahí, sentadas —tiradas— a merced de la intemperie, del delito, de la adicción, de la indefensión. De la impunidad.

Abajo, en la Secundaria Oficial Presidente Benito Juárez —donde yo estudié—, alumnos y maestros esperan temerosos las horas de la salida de clases. Ya no se salvan ni los maestros, algunos de los cuales también han alcanzado a ser asaltados, despojados de sus teléfonos u otras pertenencias. A los alumnos les ha ido peor: heridos, golpeados, amenazados, asaltados. Los grupos juveniles desbordados, desorientados y desbocados han cruzado el umbral, han franqueado la entrada de la escuela, en un reto que tiene asolada a la institución educativa y a su población, sin que esto sea exagerado para quienes lo están viviendo.

Porque las imágenes distan mucho de aquéllas otras, las que me tocó vivir en esos rumbos, en esa escuela, en una carretera Panorámica a la que íbamos a andar en bicicleta, por la que caminábamos con los primos o las amigas desde la Preparatoria Oficial o donde se hacían las carreras de la semana cultural.

¿Qué información más profunda, más inquietante, más grave que esta tendrán las autoridades, que han requerido y han obtenido una respuesta positiva a su petición para que elementos del Ejército Mexicano se integren a rondines y operativos de vigilancia y disuasión del delito?

El director de Seguridad Pública, Gabriel Yáñez, en un lenguaje que rebasa cualquier sentido común mínimo, informa que en la ciudad se está cometiendo un robo domiciliario cada día en promedio; que el Ejército estará “respaldando” a la policía municipal y a los agentes estatales que continuarán con estos operativos en distintos rumbos del municipio… pero que esto no significa que la Preventiva “esté rebasada”.

Me declaro incompetente para comprender el mensaje. Si hay alguno.

La experiencia es clara. Seguramente el espectro delincuencial en el municipio de Guanajuato ha tomado dimensiones preocupantes, graves, que requieren de medidas alternativas o mayores a las que hasta ahora se habían efectuado.

Pero la respuesta —como siempre, sin ir al fondo, origen y causa de lo que ahora se llama “descomposición del tejido social”— llega armada, llega con otro tipo de disciplina; llega con la experiencia probada en otros territorios del país de que, en lugar de haber frenado, de haber cortado de tajo, de haber pacificado o inhibido los índices delictivos, ha dejado las peores secuelas: muertes de civiles inocentes, militarización de las ciudades, violaciones a derechos humanos, desapariciones…

No hay mucho más que añadir al respecto. Hay quienes aplauden la presencia de Fuerzas Armadas en Guanajuato. Hay quienes saben las implicaciones que esta presencia conlleva en otros aspectos de la vida social de la población.

El hecho es que ya está aquí.

*

Verónica Espinosa es periodista. Ha desarrollado una importante trayectoria en medios impresos y electrónicos de la región desde hace ya varios lustros. Actualmente es corresponsal del semanario Proceso en el estado. Con más de una década de emisiones radiofónicas a sus espaldas, Candil de la Calle, prestigiada columna de opinión, análisis y crítica política ahora llega cada miércoles a través de igeteo.mx por escrito, para descubrir la desnudez de la política y la observación acerada sobre la cosa pública.