No cabe duda que los mexicanos y guanajuatenses somos iguales, año tras año esperamos las lluvias con grandes deseos, ya se quiere sembrar, ya se quiere impermeabilizar, ya se quieren limpiar alcantarillas y lamentablemente solo se va en querer y esto no solo le ocurre al ciudadano común, también a las autoridades que al final de cuentas son ciudadanos comunes y se les olvidan las grandes responsabilidades que llevan a cuestas.

No hablemos de políticos, quienes lo que sí saben hacer bien es prometer, y lo que de verdad no puede ser es que alguien les crea. Pero lo que sí no tiene punto de comparación es que las autoridades fomenten actos como las misas en pleno siglo XX1 para que se dé la “bendita lluvia” En fin, todo parece indicar que seguimos en el pasado y que en lugar de tomar decisiones que nos permitan pensar que tienen materia gris prefieren jugar con la ignorancia de algunos e intereses de otros.

Analicemos lo que ocurriría si no tuviéramos nada de agua. Primero, lo que todos ya sabemos, enfermedades gastrointestinales, de la piel y lo peor: la muerte por sed. ¿Usted cree que llegaríamos a tal escenario? Por supuesto que no. Imagine por un momento que estos personajes se quedaran sin trabajo, ya que sus puestos dependen de la distribución de agua en la ciudad, que además es un magnifico negocio, pero olvidemos lo del negocio ya que lo que deseamos es agua y el precio no importa.

Señores, señoras: en verdad póngase a pensar que han hecho en los últimos años por ser mejores con el medio ambiente. Una vez que reflexione, haga algo y no espere que otro lo haga por usted. El compromiso con el medio ambiente es de todos a pesar de las autoridades que aun cuando son minoría cómo causan atraso a los pueblos.

No existe para una sociedad mayor lastre que autoridades incompetentes.

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Nativo de Guanajuato, se inició en la meteorología a la edad de 17 años con Luis Miguel Campos Castillo. Trabajó con el Ing. Miguel Izaguirre Mendoza responsable de la meteorologia, sismologia y astronomía de la UG. Fue jefe del observatorio ante la ahora desaparecida SARH. Su formación la adquirió con el Servicio Meteorológico Nacional y dentro del Instituto Mexicano de Tecnología del Agua con sede en el estado de Morelos. Ingresó a la CONAGUA en 1991 y hasta el 2007 como instructor y jefe del Observatorio Meteorológico de Guanajuato. Forma parte del personal de la UG desde 1982.