Stanislavski y su método: una innovación para el mundo del actor

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LITERARIA

Yunuen Alvarado Rodríguez

15 de junio de 2012

Constantin Stanislavski (1863-1938) (Foto: Especial)

Constantin Stanislavski fue un actor y director ruso del Teatro de Arte en Moscú; su innovadora visión de las artes escénicas lo llevó a formar primeramente con miembros de su familia su primera compañía teatral, misma que por falta de recursos económicos terminó por llegar a su fin.

Sin embargo, más tarde Stanislavski tuvo la fortuna de codirigir el Teatro del Arte en Moscú. Dicha oportunidad le dio a la posibilidad de poner en práctica todas sus innovaciones escénicas y técnicas, muchas de las cuales pretendían romper los parámetros establecidos de patetismo, solemnidad y artificio del teatro ruso que aún a finales del siglo XIX seguía teniendo un gran auge.

Fundamentalmente, Stanislavski pretendía lograr un teatro mucho más natural y verdadero en cuanto al trabajo del actor se refiere, subordinando la importancia de la escenografía y el vestuario ostentosos por una mayor precisión en el conocimiento del actor por su papel a interpretar.

También aumentó el número de ensayos de su compañía y disminuyó el número de estrenos pues para él contaba mucho más la calidad que la cantidad de obras presentadas.

De esta manera, el sistema Stanislavki se fue desarrollando y cobrando gran importancia en los actores de la época, pues la técnica manejada dentro de este sistema da gran reelevancia al fortalecimiento emocional de los actores y al hecho de que puedan desarrollar las circunstancias propias del libreto que interpretan, con el fin de que logren pensar como su personaje así sea exactamente opuesto a la vida del actor.

Estas innovaciones en el método actoral dieron un gran refuerzo al estilo teatral de la época, logrando interpretar con gran calidad autores de la talla de Tolstoi, Moliere, Gogol, etc.

De este modo, Stanislavski logró transformar un estilo teatral con años de tradición y permanencia y sentó las bases de lo que hoy conocemos como teatro contemporáneo, mismo que prioriza la formación emocional y corporal del actor antes que ocuparse de proporcionarle recursos externos que quizá sólo distraerían la atención del espectador hacia otros puntos y perdería el enfoque hacia el verdadero trabajo actoral.