Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 20 de julio de 2012.- Aunque el cine de testimonio social o de los movimientos sociales, que devienen en la propia historia de las ciudades y de las naciones, es una vertiente poco explorada, una pequeña muestra de ese tipo es la película El Guaje. Dirigida por Emanuel Alejandro Negrete Vázquez, en este filme testimonial reunió a los protagonistas de un lado y de otro, de lo que hoy se conoce como la Colonia Morelos en la ciudad de León.
Estudiante de la Universidad Iberoamericana, Negrete Vázquez participó con su equipo de 7 integrantes en la sección de Documentales Universitarios: Identidad y Pertenencia, dentro del GIFF, y, aunque no ganó, dejó bien claro que un pueblo que olvida su historia está condenado a repetirla.
En la cinta de apenas 10 minutos queda expuesto el ambiente de las calles en la Colonia Morelos de hoy, se ven los tenis colgados del alambre de electricidad y las casas de ladrillo, muchas de ellas en obra negra, como en cualquier colonia marginal y popular, imágenes que se alternan con fotos de aquellos tiempos, cuando la confrontación con las fuerzas policiacas fue intensa.
Por un lado, figuran las testimoniales de las señoras Juana y Maru y un grupo de ancianas que en 1981 eran integrantes del Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y el Movimiento Pedro Moreno, que invadió, a la brava, un predio en la ciudad, luchando contra autoridades municipales y granaderos, y que obligó en consecuencia a reglamentar el tema de la vivienda.
En el corto también aparecen las autoridades gubernamentales, quienes dan su explicación a qué fue lo que ocurrió en El Guaje, de donde no pudieron sacar a esas familias invasoras, al contrario tuvieron que ceder y hasta darles servicios.
Negrete Vázquez, el joven director del documental, comentó que resulta curioso cómo se gestó la colonia Morelos a los largo de 30 años, en esa lucha que se dio con un movimiento de izquierda en un lugar tan conservador como es León.
“Es un asunto que brinca totalmente; la parte que quisimos rescatar es la parte de esa memoria histórica que se estaba empezando a perder y es un lugar con un conflicto social muy grave que León siempre la debe recordar y tener en mente”.
Concluyó que hace unas semanas se quiso repetir la historia con algunas coincidencias como la efervescencia electoral, de forma similar a como sucedió hace 30 años, pero ahora no funcionó.
