El cielo de Dante

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UN CRONOPIO*

Adriana Ugalde

09 de agosto de 2012

Grabado de Gustavo Doré

La primera vez que escuché mencionar Divina Comedia me encontraba en un pequeño salón de clases de secundaria, y aunque el conjunto de palabras de clásicos de la literatura universal me sonaban enormes, no pude nunca olvidar el fragmento en que se describía el Infierno; los nueve círculos donde reposaban las  almas en agonía eterna, condenadas al dolor y al arrepentimiento sin fin. A esa edad se es tan vulnerable y no puedo describir los horrores que me causó aquella visión. Muchos años después pude leer la obra completa y deleitarme de la suspicacia con que se narra el purgatorio, y más aún de las dimensiones inalcanzables en la contemplación divina, descritas en el cielo. El infierno, el purgatorio y el cielo de Dante.

Sin ser conocida con precisión la fecha en que Dante Alighieri escribió La divina comedia, fue en su momento y hasta nuestros días una obra polisémica, prestada a las diversas opiniones y a las mentes más ávidas de conocimiento. Durante algún tiempo fue considerada como el poema cristiano más bellamente escrito hasta entonces, sin embargo los historiadores pronto decidieron incluirla como una obra que pende del hilo entre el fin de la edad media y el renacimiento, por ello en variadas ocasiones se le encuentra como obra renacentista. Gracias también a que unifico la lengua vernácula, convirtiendo al italiano como la lengua romance poética por excelencia.

El nombre de Comedia se debe a que el recorrido es ascensional, se pasa de lo trágico y horrible en un primer momento, para después ser una cuestión de esperanza y arrepentimiento, hasta llegar a la vida feliz, al lado de la amada Beatriz. El adjetivo de Divina se atribuye de una larga tradición iniciada por Boccaccio, su primer biógrafo, que exaltaba el que la obra no estaba reflexionada en asuntos terrenales, sino espirituales y filosóficos.

Poeta, filósofo, político, teórico de la literatura, ¿cómo englobar en una sola palabra la genialidad de un hombre?  La vida de Dante llena de perturbaciones políticas no impidió que nos legara un magnífico pensamiento literario, y aunque él fue un activo dentro de las luchas internas de Italia, mucho tiempo vivió en el exilio.

Inspirado, como en su primera obra en La Vida nueva, el amor divino dantesco aterriza en su única musa que le revelará la Verdad: Beatriz. Muy pocos datos se tienen acerca de esta mujer, y al parecer Dante jamás cruzó palabra alguna ella, contando incluso sólo tres encuentros hasta que Beatriz falleciera a la joven edad de 20 años.  Sin embargo, la narración alegórica que se nos muestra a lo largo de los cantos en la Divina Comedia, donde es el poeta Virgilio el guía de Dante a través del infierno y es sólo Beatriz quién le muestra el camino real hacia la verdad, hacia la gracia divina.

El placer de recorrer cada página que parece entonar una melodía tan perfecta, el  saborear cada verso, cada descripción que nos crea y destruye cientos de visiones al mismo tiempo, el sentirse aterrorizado, para después mirar hacia arriba y ambicionar la luminosidad, para llegar a lo incomprensible de lo divino; perspectiva de un hombre encaminado a descubrir su espiritualidad, un hombre cristiano que tenía una búsqueda, que tal vez encontró, en lo místico del lenguaje poético. Y que nos deja como lectores la experiencia inigualable de la poesía como un discurso infinito, espiritual, filosófico, casi divino.

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La columna se titula “Un cronopio” porque tiene como referente a la obra literaria de Cortázar, quien explicó que el nombre cronopio se le había ocurrido por primera vez en el teatro,  como resultado de una visión fantástica de pequeños globos verdes flotando alrededor en el semi-vacío teatro. Finalmente los cronopios terminan siendo poemas sin rimas, dibujos fuera de cuadro, personajes de cuentos de la obra de Cortázar.

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Adriana Ugalde Delgado estudia la licenciatura en Filosofía, es además una lectora ferviente de obras poéticas, literarias y filosóficas; en algunas ocasiones cuando encuentra la inspiración, gusta de escribir poesía, ensayos y/o artículos de opinión. Le apasiona el arte en todas sus representaciones, en especial la música y la pintura. Actualmente se desempeña como reportera en un periódico de difusión nacional.