Carlos Olvera
Guanajuato, Gto. 21 de octubre de 2012.- Al ritmo de la audaz mezcla de ópera, música clásica, popular y el inconfundible ritmo de la tuba y la tambora, los guanajuatenses entregaron el corazón a la Orquesta Sinfónica de Sinaloa y la Banda el Limón en el concierto de clausura de la edición 40 del Festival Internacional Cervantino (FIC).
La gente conquistada se rindió al entusiasmo de los músicos y cantantes de la orquesta, que bajo la batuta de Enrique Padrón de Rueda opacaron las constantes fallas de los micrófonos.
Cantantes sinaloenses, sopranos, mezzosopranos, barítonos interpretaron un amplio repertorio que lo mismo homenajeó a Pedro Infante que a Lola Beltrán, cuya hija María Elena Leal Beltrán, salió a entonar “Si nos dejan”.
Padrón de Rueda puso a los gobernadores Miguel Márquez y Mario López; al alcalde de la capital Luis Gutiérrez y al rector de la Universidad de Guanajuato, José Manuel Cabrera Sixto, y demás funcionarios de ambos estados, al igual que al público en general, a entonar el singular chiflido de “Amorcito Corazón”.
Luego hizo un repaso por ritmos tan cadenciosos como el jazz, danzón, mambo, y acabó con el carnaval sinaloense, con todo y mojigangas entre el escenario y el público.
Salió la Banda el Limón de Salvador Lizárraga, a cantar sus grandes éxitos “El primer Lugar”, “Mi gusto es”, y “El Rey” del guanajuatense José Alfredo Jiménez, que les valió el alarido de aprobación de los guanajuatenses.
Desde muy temprano, el público se dio cita en las escalinatas de la Alhóndiga de Granaditas para asegurar un buen lugar para la noche, mientras el despliegue de seguridad con arcos detectores de metal quedó instalado también antes de la tarde.
Por la noche, entre 8 y 10 mil personas en la explanada y calles aledañas al máximo escenario del FIC, entregaron la plaza moviéndose al ritmo de la Banda el Limón, en medio de un cielo de fuegos artificiales intensos y luminosos.
