Literaria

Mariano Azuela

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Eficiente comunicador literario de la revolución mexicana

Mariano Azuela (Foto: Especial)

Como mexicanos acabamos de conmemorar, el pasado 20 de noviembre de 2012, el aniversario del inicio de la Revolución Mexicana, todos hablamos de este suceso con familiares, amigos, maestros e inclusive tenemos contacto con parte de la historia de este fenómeno a través del cine mexicano, sin embargo nuestra perspectiva actual sobre tal suceso se concentra únicamente en verlo como una fiesta tradicional parte del folclore pintoresco de un país lleno de festividades, sin embargo la Revolución Mexicana fue mucho más allá.

Se denomina Revolución Mexicana al periodo iniciado el 20 el noviembre de 1910 con un levantamiento encabezado por Francisco I. Madero contra el entonces presidente Porfirio Díaz, quien llevaba más de 30 años en el poder ejecutivo, llevándolo de manera dictatorial y apoyado por el ejército.

Podría decirse que el inicio de la revolución fue provocado por la marcada diferencia entre las clases sociales, siendo la clase más pobre, la de los campesinos quienes apoyaban principalmente a Madero contra Díaz, sin embargo no sólo fue un movimiento con hambre de justicia sino también cargado de intereses políticos particulares de los principales líderes que la encabezaban.

Bien sabido es que la historia, sin menospreciar en ningún momento su trabajo, cuenta la versión de los vencedores, siendo de pronto un relato cargado de héroes y villanos que conduce a una visión muy subjetiva de los acontecimientos.

A pesar de que la literatura debe ser leída como ficción, hablando de la Revolución Mexicana es una fuente muy fiable de información, aunque quizá no del todo verídica, en cuanto a lugares, fechas y nombres exactos de los personajes revolucionarios, sí en cuestión de sucesos, vidas, sensaciones; en pocas palabras, la literatura de la revolución nos muestra una visión más humana de dicho suceso, sin vencidos ni vencedores, sólo de seres humanos perdiendo la razón y siguiendo sus instintos más frívolos.

Tal es el caso  del libro “Los de Abajo”, de Mariano Azuela, que es la primera novela de la revolución publicada en México.

Mariano Azuela, es un literato, no un historiador, sin embargo tiene, la ventaja de haber conocido la revolución en carne propia. Profesionalmente, Azuela realizó estudios de médico cirujano, aunque dentro del periodo del régimen de Porfirio Díaz, comenzó a escribir sin tener gran notoriedad ni éxito.

Fue tras la caída de Francisco I. Madero cuando Mariano Azuela se une a las fuerzas revolucionarias de Julián Medina, como médico militar y es por esta razón por la que tiene la oportunidad de vivir la revolución mexicana.

A la caída de Villa y Zapata, causada por los  carrancistas, Azuela se exilia en el paso Texas y es cuando comienza a escribir “Los de abajo”, novela en la cual narra la historia de la revolución vista desde dentro, dibujando personajes reales, con sentimientos humanos contradictorios dentro de cada uno de ellos, con anhelos, aspiraciones, ambiciones, etc., que intentaban resolver, cada vez con menos éxito por medio de la revolución, el protagonista de la historia, Demetrio Macías, no es puesto como un héroe, sino como un ser que quiso iniciar defendiendo una causa justa y se vio inmerso y atrapado en una ejecución de violencia sin sentido alguno, ejercida hacia sus iguales.

En esta novela Azuela pinta a la revolución como un movimiento armado que sólo logró traer devastación, más pobreza y muerte desmedida al pueblo mexicano, siendo los únicos beneficiados los líderes que quedaron vivos, quienes ocuparon el poder con miras de enriquecerse de manera personal.

Azuela mediante esta novela invita a reflexionar sobre un sentido real de la revolución, a no verla como una parte más de la historia de México ni mucho menos como una fiesta, sino como un hecho humano complejo lleno de insatisfacción, desasosiego, impotencia, violencia y muerte.