Guanajuato, Gto. 22 de febrero de 2013.- Después de más de tres horas de reunión a puerta cerrada, las autoridades municipales llegaron a acuerdos con las comerciantes indígenas que acusaban ser víctimas de discriminación y malos tratos por parte de inspectores de la Dirección de Fiscalización y Control.
Las mujeres se reunieron con el presidente municipal, Luis Gutiérrez Márquez, y otros ediles para solicitar que les concedan permisos para vender en el Centro Histórico de la capital.
Además expusieron sus quejas ante los presuntos actos de discriminación de los que han sido víctimas por parte de personal de la Dirección de Fiscalización y Control.
Luego de su reunión con las comerciantes, el alcalde capitalino informó que entre los acuerdos está el instalar mesas de atención que serán presididas por el secretario del Ayuntamiento, Antonio Ruiz Lanuza, para conocer detalladamente el caso de cada una de las 14 mujeres originarias de Puebla y Guerrero.
“El interés es que tengan su trabajo, lo que más nos interesa es la gente que genera su propio trabajo. Buscaremos que en los eventos de alta afluencia turística, ellas tengan un espacio para vender sus productos en orden”, dijo.
Señaló que también entrarán al programa que coordina la directora del Instituto Municipal de las Mujeres de Guanajuato, Iovana Rocha Cano, para que en temporadas altas de turismo puedan instalarse de manera provisional en el Jardín de la Unión a ofrecer sus productos.
La líder de las mujeres indígenas, Estela Felipe Aniceto, aseguró que la reunión sirvió para despejar dudas y llegar a los acuerdos necesarios con las autoridades municipales.
El grupo de comerciantes se comprometió a respetar los reglamentos municipales para poder vender en la vía pública.
“Ya nos dijo que se compromete a renovar nuestros permisos… se nos va a respetar, estamos de acuerdo en que tanto nosotras tenemos que poner orden como él diga, pero también nos va a respetar nuestros permisos y los derechos. Le pedimos que Fiscalización nos respete, porque nosotras como indígenas aunque no fuimos a la escuela, sí sabemos respetar”, concluyó.
